Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Domingo 13 de octubre de 2002
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Política

Antonio Gershenson

Las bolsas de valores, Ƒpacifistas?

No sólo se han expresado contra la guerra multitudes en las calles de varias ciudades, no sólo lo han hecho legisladores, funcionarios y ex funcionarios. También lo han hecho las bolsas de valores de numerosos países: cuando se produjeron declaraciones estridentes y amenazadoras, las citadas bolsas bajaron. En cambio, han subido cuando ha habido indicios de que la guerra puede ser evitada, como cuando se anunció el acuerdo de Irak con representantes de Naciones Unidas, para reanudar la inspección de armas en ese país.

Esto tiene su razón de ser. Uno de los elementos que explican este fenómeno es el precio del petróleo. En la medida en que aumenta la posibilidad de una guerra en el golfo Pérsico, donde están las mayores reservas petroleras del mundo, también lo hace el precio del petróleo, porque ante el peligro de escasez, quienes pueden tratan de comprar más y almacenarlo como reserva. Además, la producción de Irak se ha reducido. Menos oferta y más demanda equivalen a precios más altos.

En general, las mayores economías del mundo dependen de la importación de petróleo y, por lo mismo, se ven afectadas cuando este energético se encarece. Como de por sí esas economías no andan bien, pues el peligro de que empeoren es algo que está a la vista y en la mente de quienes tienen medios para invertir o desinvertir.

De esto se desprende que, en particular, la economía estadunidense se ve afectada por los planteamientos belicistas. Los problemas del país vecino vienen de muy atrás, pero ahora se les agrega este nuevo ingrediente, y se habla de una posible recaída, luego de que algunos indicadores económicos habían mejorado un tanto durante pocos meses.

Durante más de 20 años, la economía estadunidense ha comprado y consumido bastante más de lo que produjo. Esto no podía sostenerse indefinidamente y ya empieza a notarse que el dólar se debilita. La recesión no acaba de desaparecer.

Los golpes que ha recibido esa economía han sido varios y sucesivos. Que si la crisis eléctrica de California y el periodo de energía muy cara, que si los escándalos y las grandes quiebras tipo Enron y WorldCom, ahora los peligros de escasez petrolera, el hecho es que algunos indicadores económicos se ven mal. En especial, las bolsas de valores, empezando por las estadunidenses, han bajado ya en una escala importante.

Otro elemento de los citados problemas económicos es el déficit de la balanza comercial y de pagos. Y en México vivimos estos problemas, amplificados. Si el dólar baja frente al euro, el peso baja frente al dólar. Si las bolsas de Nueva York bajan un punto, la mexicana baja más.

Toda esta realidad hace que las proclamas bélicas se vayan confinando: el rechazo viene de los más diferentes medios, incluidas las bolsas de valores.

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