Su trabajo registra el paso de la vida por el
cuerpo
El Nobel de Química, a 3 investigadores de la
estructura de las moléculas
AGENCIAS Y RENATO RAVELO
El Premio Nobel de Química fue otorgado a tres
pioneros en constatar y registrar el paso de la vida por el cuerpo. John
Fenn, Koicho Tanaka y Kurt Wuethrich recibirán el máximo
reconocimiento por haber logrado tres métodos aplicables a la investigación
de los genomas. Su medición de cómo se componen las moléculas
ha tenido aplicaciones lo mismo para enfrentar la enfermedad de las vacas
locas, que para el antidopaje deportivo o explicar la estructura y
función de todas las proteínas del cuerpo.
John B. Fenn nació en Nueva York en 1917 y se jubiló
de la Universidad de Yale en 1987. Koicho Tanaka, de 43 años, es
el tercer japonés consecutivo que gana el Nobel de Química,
el segundo en esta versión y el más joven químico
galardonado desde 1967. Por su parte, el químico Kurt Wuethrich,
quien nació en 1938, "en el cantón suizo de Berna", es el
más polémico.
En diciembre de 2000 este científico, calificado
por sus colegas como "brusco y áspero", sorprendió a la opinión
pública mundial al "demostrar que las proteínas de los priones
del ser humano, los bovinos y el cerdo eran semejantes en su estructura".
Para la "humanidad" los tres métodos galardonados,
de lectura del paso de la vida por el cuerpo, prometen, en opinión
de los integrantes de la Academia Sueca, aplicaciones posibles y otras
poco probables. Las primeras en la atención precoz del cáncer
de mama y de próstata. Las otras dependerán de las industrias
alimentarias, ya que podrían con estos métodos mejorar la
calidad de lo que se consume, "permiten teóricamente a la industria
preparar alimentos libres de sustancias tóxicas o cancerígenas",
señala Afp.
Los dos primeros compartirán incrédulos
la mitad del premio. Fenn se declaró completamente confuso, amante
de los crucigramas y de dormir, en tanto Tanaka, que es definido por sus
colegas como un "animal de trabajo", dijo no creer merecerlo. La otra mitad
será para Wuethrich, quien según su colega Wolfgang Barmeister,
esperaba desde hace tiempo "el Premio Nobel por este mérito".
Una cosa más une al estadunidense y al japonés.
Los métodos de ambos son "espectométricos", miden el vuelo
de los componentes básicos de las proteínas.
Fenn, de la Universidad de Commonwealth, de Virginia,
logró en 1988 "dispersando la solución proteica líquida
en un campo eléctrico", es decir, aplicándole energía
al fragmento de vida, hacer volar "a través de un tubo" las moléculas
y medir el tiempo que necesitaba para recorrer esa mínima distancia.
Luego de medir el vuelo se podía calcular con exactitud la masa
molecular. Si la genética descubre la estructura, estos científicos
indagan el contenido.
El método de Tanaka, investigador de la empresa
Shimadzu, de Kyoto, sorprendió en 1987 (cuando tenía 28 años)
al presentar un método de análisis llamado Soft Laser Disorption,
en el cual las moléculas son cargadas eléctricamente, pero
con láser. Eso permite que vuelen libremente y medirlas.
Esto también sirve para las macromoléculas.
Durante mucho tiempo los investigadores en estructuras
moleculares ya reconocidos criticaron el trabajo de Wuethrich, precisamente
porque decían que su método no podía medir macromoléculas.
El profesor suizo no aplica energía para medir cómo vuela
la vida, su método es la "espectropía", que logra con la
aplicación de la resonancia magnética nuclear "revelar la
composición de la muestra. Los datos obtenidos muestran qué
átomos se encuentran en la molécula y de qué forma
están unidos", de tal suerte que se puede calcular la forma de la
proteína y representarla en tres dimensiones. No medir la vida,
dibujarla.
El problema con esta prueba radica en que es extremadamente
cara y complicada, por lo que pocos laboratorios la dominan. Hace poco,
por cierto, Wuethrich demostró en la publicación científica
Nature, que su método también sirve para estructuras
macromoleculares. Por cierto que el científico suizo estudió
química, matemáticas y física y tiene un diploma en
gimnasia y deportes.
Los investigadores laureados, resume la agencia Dpa, "lograron
descifrar la composición y estructura de moléculas intactas".