Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Jueves 10 de octubre de 2002
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Sociedad y Justicia
Su trabajo registra el paso de la vida por el cuerpo

El Nobel de Química, a 3 investigadores de la estructura de las moléculas

AGENCIAS Y RENATO RAVELO

El Premio Nobel de Química fue otorgado a tres pioneros en constatar y registrar el paso de la vida por el cuerpo. John Fenn, Koicho Tanaka y Kurt Wuethrich recibirán el máximo reconocimiento por haber logrado tres métodos aplicables a la investigación de los genomas. Su medición de cómo se componen las moléculas ha tenido aplicaciones lo mismo para enfrentar la enfermedad de las vacas locas, que para el antidopaje deportivo o explicar la estructura y función de todas las proteínas del cuerpo.

John B. Fenn nació en Nueva York en 1917 y se jubiló de la Universidad de Yale en 1987. Koicho Tanaka, de 43 años, es el tercer japonés consecutivo que gana el Nobel de Química, el segundo en esta versión y el más joven químico galardonado desde 1967. Por su parte, el químico Kurt Wuethrich, quien nació en 1938, "en el cantón suizo de Berna", es el más polémico.

En diciembre de 2000 este científico, calificado por sus colegas como "brusco y áspero", sorprendió a la opinión pública mundial al "demostrar que las proteínas de los priones del ser humano, los bovinos y el cerdo eran semejantes en su estructura".

Para la "humanidad" los tres métodos galardonados, de lectura del paso de la vida por el cuerpo, prometen, en opinión de los integrantes de la Academia Sueca, aplicaciones posibles y otras poco probables. Las primeras en la atención precoz del cáncer de mama y de próstata. Las otras dependerán de las industrias alimentarias, ya que podrían con estos métodos mejorar la calidad de lo que se consume, "permiten teóricamente a la industria preparar alimentos libres de sustancias tóxicas o cancerígenas", señala Afp.

Los dos primeros compartirán incrédulos la mitad del premio. Fenn se declaró completamente confuso, amante de los crucigramas y de dormir, en tanto Tanaka, que es definido por sus colegas como un "animal de trabajo", dijo no creer merecerlo. La otra mitad será para Wuethrich, quien según su colega Wolfgang Barmeister, esperaba desde hace tiempo "el Premio Nobel por este mérito".

Una cosa más une al estadunidense y al japonés. Los métodos de ambos son "espectométricos", miden el vuelo de los componentes básicos de las proteínas.

Fenn, de la Universidad de Commonwealth, de Virginia, logró en 1988 "dispersando la solución proteica líquida en un campo eléctrico", es decir, aplicándole energía al fragmento de vida, hacer volar "a través de un tubo" las moléculas y medir el tiempo que necesitaba para recorrer esa mínima distancia. Luego de medir el vuelo se podía calcular con exactitud la masa molecular. Si la genética descubre la estructura, estos científicos indagan el contenido.

El método de Tanaka, investigador de la empresa Shimadzu, de Kyoto, sorprendió en 1987 (cuando tenía 28 años) al presentar un método de análisis llamado Soft Laser Disorption, en el cual las moléculas son cargadas eléctricamente, pero con láser. Eso permite que vuelen libremente y medirlas. Esto también sirve para las macromoléculas.

Durante mucho tiempo los investigadores en estructuras moleculares ya reconocidos criticaron el trabajo de Wuethrich, precisamente porque decían que su método no podía medir macromoléculas. El profesor suizo no aplica energía para medir cómo vuela la vida, su método es la "espectropía", que logra con la aplicación de la resonancia magnética nuclear "revelar la composición de la muestra. Los datos obtenidos muestran qué átomos se encuentran en la molécula y de qué forma están unidos", de tal suerte que se puede calcular la forma de la proteína y representarla en tres dimensiones. No medir la vida, dibujarla.

El problema con esta prueba radica en que es extremadamente cara y complicada, por lo que pocos laboratorios la dominan. Hace poco, por cierto, Wuethrich demostró en la publicación científica Nature, que su método también sirve para estructuras macromoleculares. Por cierto que el científico suizo estudió química, matemáticas y física y tiene un diploma en gimnasia y deportes.

Los investigadores laureados, resume la agencia Dpa, "lograron descifrar la composición y estructura de moléculas intactas".

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