MEXICO, S.A.
Carlos Fernández-Vega
Nadie consultó a ahorradores para invertir sus fondos
Fraudulentas empresas de Wall Street recibirán la obligatoria alcancía de las Afore
šFELICIDADES! A PARTIR DE AYER, usted cuenta con autorización para que su ahorro para el retiro ya no sólo sirva para engordar las chequeras de los intermediarios que manejan las Afore, sino -šalbricias!- para financiar "sólidas" empresas "internacionales" dedicadas a chuparle la sangre a todo aquel que se deje. Si después de la ordeña queda alguna migaja, probablemente se canalice al ahorrador.
ASI ES. SE HABIAN TARDADO, pero el platillo es lo suficientemente exquisito como para dejarlo en manos de sus dueños. Mientras el Ejecutivo propuso y el Legislativo dispuso modificaciones a la Ley del Sistema de Ahorro para el Retiro, autorizando la inversión en el extranjero -vía Siefore- de hasta 20 por ciento de los recursos de los trabajadores mexicanos ahorrados a través de ese mecanismo (10 por ciento en el primer año -finales de 2003- y 20 por ciento a partir del segundo; después, como la experiencia lo marca, lo más probable es que se autorice 100 por ciento, qué más da), nadie se tomó la molestia de consultar a los propietarios de esos dineros -los ahorradores inscritos en el obligado circuito de las Afore- ya no sobre el futuro y destino de sus propios recursos, sino para comunicarles la democrática decisión asumida.
SON LOS MISMOS ahorradores que desde la puesta en marcha de esa sofisticada, cuan obligada alcancía, no ven la luz por el vergonzoso y creciente pago -vía comisiones y conexos- que forzosamente tienen que cubrir a quienes les "administran" sus dineros, bajo el apotegma de que las ganancias se comparten con la Afore y las pérdidas, solidariamente, las asume -en exclusiva- el titular de la cuenta -lo que no exime de comisiones y conexos, aunque no tenga participación alguna ni tome decisiones a la hora de invertir esos recursos.
AL AHORRADOR, ES DECIR, al generador de esos recursos, ni quién lo pele, porque los 45 mil millones de dólares, aproximadamente, acumulados en las Afore son demasiado atractivos como para permitir que sean sus propietarios los que decidan qué hacer con ellos. Para eso están, faltaba más, el gobierno del cambio y los legisladores del ídem, porque ellos sí saben cómo hacerle para lograr el bienestar de la familia.
ES LA LEY DE HERODES para los ahorradores, quienes obviamente no entienden los beneficios de tan trascendental decisión, para la cual no fueron tomados en cuenta: no pueden reclamar, ni hacer panchos, ni revolcarse del coraje. Ya se hizo ley, que para eso están los representantes populares.
EN CAMBIO, LAS EMPRESAS "internacionales" están de plácemes, frotándose las manos en espera de 4 mil 500 millones de dólares de "inversión fresca" (sólo en el primer año), proveniente de millones de calzonudos mexicanos que no tendrán para comer pero, eso sí, con la solidaridad que los caracteriza, cuentan con gruesa chequera para financiar los desvaríos, excesos, fraudes y conexos de los grandes corporativos extranjeros que, dicho sea de paso, ya saquearon a los ahorradores de sus propios países. Todo un éxito de Vicente Fox y sus amigos senadores.
EL INQUILINO DE LOS Pinos y sus compadres de Xicoténcatl no pudieron seleccionar mejor destino de esa jugosa rebanada de los fondos de las Afore: 4 mil 500 millones de dólares -el primer año- para financiar empresas extranjeras, que por obvias razones serán mayoritariamente de matriz estadunidense.
DE REPENTE SE LES OLVIDO que el pretexto para privatizar el sector energético mexicano -propiedad de la nación- es, justamente, que no hay con qué financiar sus necesidades actuales ni mucho menos sus planes de expansión. Bien: con 4 mil 500 millones de dólares frescos y en un solo año, provenientes de los trabajadores, Ƒqué podrían hacer Petróleos Mexicanos y la Comisión Federal de Electricidad para satisfacer sus urgencias y las del país, cuidando el interés nacional? Mucho más que esas empresas "internacionales" a las que se les canalizaría el ahorro de millones de mexicanos y que gozarían de esa carretada de billetes verdes.
SIN DUDA, PEMEX ES LA empresa más redituable del país, como lo ratificó ayer el director de la paraestatal, Raúl Muñoz Leos, durante su comparecencia en San Lázaro: sólo en el primer semestre de 2002 obtuvo ingresos por 124 mil 500 millones de pesos, que fácilmente llegarán a 250 mil millones al término del año.
SIN EMBARGO, EN IGUAL periodo Pemex entregó a la Secretaría de
Hacienda 130 mil 500 millones de pesos por concepto de impuestos y derechos pagados, es decir, 105 por ciento de sus ingresos. Por cada peso que la paraestatal captó, el fisco se llevó un peso con 5 centavos. Bajo este régimen, la empresa mejor parada de la iniciativa privada se hubiera declarado en quiebra hace muchos años.
SOLO CON ESTE EJEMPLO queda claro un faltante de 6 mil 500 millones de pesos entre lo que Pemex capta y lo que la misma paraestatal entera al fisco: 650 millones de dólares -en números cerrados-, equivalentes a poco menos de 15 por ciento de los recursos que las solidarias Afore mexicanas -con recursos que no son de su propiedad, sino de los trabajadores nacionales- "invertirían" en empresas "internacionales" de acuerdo con las modificaciones legales recientemente aprobadas, casi siete veces menos de lo que se canalizaría en beneficio -but of course- de los consorcios extranjeros.
NO HAY QUE OLVIDAR que los ingresos extraordinarios de Pemex por el aumento internacional en los petroprecios van a parar, automáticamente, a la Secretaría de Hacienda. En el primer semestre de 2002, dichos ingresos sobrepasaron los 2 mil millones de dólares, con lo que Francisco Gil se ha dedicado a "matar" bonos Brady, mientras Petróleos Mexicanos sólo los ha visto pasar de largo.
SI LOS SENADORES -en Vicente Fox es normal- no se dieron cuenta del garrafal error que cometían al aprobar dichas modificaciones o no se enteraron de quiénes serían los beneficiarios, justo es que se dediquen a cualquier otra cosa que no sea legislar. Si decidieron arriesgar, sin pedir permiso, los dineros de terceros, por qué no hacerlo en empresas altamente rentables propiedad de la nación, como Pemex y CFE, que corren el riesgo de desaparecer ante la privatización del mercado energético nacional.
Las rebanadas del pastel:
LAS EMPRESAS INSCRITAS en el circuito fraudulento de Wall Street (Enron, WorldCom y demás maravillas) ya patentizaron su agradecimiento a los chiquillos y chiquillas de Los Pinos y Xicoténcatl.
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