Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Jueves 10 de octubre de 2002
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Política

ASTILLERO

Julio Hernández López

Versiones de una acción esperada

Cortinas de humo texano para disimular arreglos petroleros
El chaparrito enchapopotado se pone bravo, mientras Fox hace poesía política

SOLO EN UN ESCENARIO tan descompuesto como el nuestro, en el que los procesos judiciales se han politizado y la política se ha vuelto asunto judicial, es posible ver que se tome como un triunfo gubernamental el hecho de que una autoridad extranjera retenga durante unas horas a un ex funcionario público mexicano (rápidamente liberado bajo fianza) que llevaba meses en Houston esperanzado en que esa buscada acción se cumpliera para que, cuando al fin llegue extraditado a tierra patria, tenga los beneficios de la libertad bajo fianza y la seguridad de que nada más se le juzgará por delitos de sanciones menores.

CORTINAS DE HUMO mediático para aparentar que se están cumpliendo las promesas de luchar contra la corrupción, luego de los arreglos mediatizadores de aquel domingo de los Tratados de la Torre de Pemex. Profundísimos alegatos de los voceros gubernamentales, que se aferraron la tarde de ayer a la versión de que el ex director de Pemex había sido apresado, contra la de los abogados defensores y de funcionarios judiciales de Houston, Texas, que hablaron de una entrega voluntaria. Como si una u otra forma de someterse a un juicio de extradición significara algo importante, como si se quisiera dar al monstruo de las mil cabezas de la opinión pública la apariencia de que cuando menos en esos detalles mínimos pudiese haber materia para sentir que se castiga al político priísta que por cuanto cargo público ocupó fue dejando indicios de corrupción.

ESCANDALO NECESARIO PARA que el guión de las exculpaciones acordadas pueda seguir adelante. šSe está haciendo justicia!, gritarán los voceros oficiales y oficiosos que meses más adelante entonarán un "šlástima, Margarito!", cuando se enteren de la verdad desde ahora comprometida de que, desafortunadamente, no se pudo hacer mayor cosa en el castigo a Rogelio Montemayor Seguy y algunos otros de sus cómplices porque (šcaray, qué coraje!) los delitos por los que habrían sido consignados merecían penalidades ínfimas cuyo cumplimiento les permitiría a los sentenciados seguir disfrutando en México de riquezas mal habidas pero bien negociadas. Eso sí: réditos electorales áureos conseguirán los cazadores de lingotes mientras sus promesas justicieras se convierten en puños de cacahuates.

FRANCISCO LABASTIDA OCHOA, mientras tanto, ha saltado a la escena pública en defensa de su honor, al que declaraciones de testigos protegidos han enchapopotado, entre otras cosas al mencionar que los fondos del Pemexgate fueron transportados al PRI en una camioneta blindada que él usaba y que, por si faltaran elementos oscuros, le había sido regalada, con factura endosada en blanco, por José Francisco Serrano Segovia, el empresario del transporte multimodal al que los ajetreos terrestres y marítimos han colocado más de una vez bajo la sospecha de que su riqueza proviene de rubros relacionados con los favores gubernamentales y el narcotráfico. El chaparrito sinaloense dice que está dispuesto a hablar de todo lo que alguna autoridad competente le imponga, y no faltan en el ámbito panista-foxista quienes, como el perspicaz jefe Diego, creen que el candidato del mandil se está poniendo de a pechito para que lo metan al baile que esos blanquiazules le han preparado al labastidismo en alianza con el hipócrita madracismo que hace como que defiende al ex candidato presidencial pero, en el fondo, está de acuerdo y festeja los golpes contra ese personaje emblemático y contra adversarios duros del tabasqueño como la diputada Beatriz Paredes (que dice que podría presentar una demanda por el daño moral derivado de las filtraciones gubernamentales que la involucran en el Pemexgate) y el senador Emilio Gamboa Patrón. No deja de llamar la atención, en esa feria de lavados de las honras políticas, que el vocero de Labastida, Marcos Bucio, haga cuanto lance torero le es posible para no defender a Carlos Almada, ex vocero presidencial que Ernesto Zedillo comisionó para encargarse del área electoral en el comité nacional priísta y sí, en todo caso, al paisano y amigo de Labastida, Jorge Cárdenas, que fue el hombre de los dineros en la fracasada campaña en pos de Los Pinos.

EN AGUASCALIENTES, POR su parte, el presidente Fox andaba inspirado. Habló ante los presidentes de los tribunales superiores de justicia de los estados, que realizaron allí un congreso nacional. "Los espacios que se le han quitado a la corrupción, la impunidad y el abuso de autoridad son espacios que ya ganó la democracia, que ya ganó la ciudadanía", señalaba el mandatario mientras en Houston comenzaba a desarrollarse la opereta que dejó en libertad a Rogelio Montemayor mediante el pago de una fianza cómoda para el peculio de ese ex gobernador de Coahuila. "No vamos a permitir el regreso del autoritarismo", decía Fox mientras Carlos Salinas de Gortari lleva días de intensa estancia en el DF, en casa de un amigo propicio. "Vamos juntos a seguir adelante dando esta batalla. Es por el bien de México, así lo exige la ciudadanía; es por el bien de nuestros hijos y por el bien de una República que no negocia con la ley", juraba y perjuraba.

NO HA DE DEJAR esta seccioncilla de consignar aquí, ya para bajar la cortina por este día, el más reciente episodio de la radionovela tropical Amores enfermeros (recuérdese que tal es la profesión de ambos protagonistas estelares): Joaquín, el viajero (con a, no con e), dio de baja a María, la quejumbrosa, de la presidencia estatal del DIF, y puso en ese lugar al fruto del amor de ambos, a una hija que ayudará a destensar las broncas quintanarroenses (el gobernador Hendricks podría haber tomado oportuno ejemplo del estado de México, donde el visionario Congreso estatal reformó meses atrás las leyes locales para que Arturo Montiel pudiera divorciarse rápidamente y casarse con igual prontitud con otra belleza de importación, francesa en este caso).

Y AHORA SI, hasta mañana, mientras el nevero Andrés Manuel decide de qué sabor dará su probadita a los legisladores chilangos que se oponen al distribuidor vial de San Antonio.

Fax: 5605-6426 [email protected]

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