Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Martes 24 de septiembre de 2002
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Cultura

Teresa del Conde

Ulises Carrión

Una de las recientes muestras que inauguró Patricia Sloane en el Carrillo Gil es la muestra de Ulises Carrión (nacido en Veracruz en 1941 y fallecido en Amsterdam en 1989). Sin duda fue uno de los más versátiles promotores de las acciones culturales alternativas gracias a su vocación y formación en filosofía y literatura. Poeta, editor, organizador de exposiciones, dibujante, creador de sus propios catálogos, bibliotecario, archivista y crítico de arte, publicó al menos dos obras de narrativa: la novela La muerte de Miss O, de la colección Alacena, y el libro de cuentos De Alemania, con Joaquín Mortiz en su Serie del Volador.

En el ingreso a la muestra, con curaduría de Marta Hellión, una pantalla televisiva recibe al visitante con cuatro manos que desprenden hojas, porque ''se arrancan páginas de un libro que al mismo tiempo se reconstituye". Si se tratara de un ejemplar único, la cuestión me inquietaría, pero no es así: Carrión, a quien conocí, reciclaba impresos en todos los modos posibles, es decir, los deconstruía y luego reconstruía con su guión personal. En cierto momento agradeció la atención que recibió de los escritores -pudo dialogar con Sergio Pitol, Salvador Elizondo y Juan García Ponce, entre otros-, pero lamentó el poco interés que le prestaban los artistas plásticos.

Carrión utilizaba disparaderos como modelos, por ejemplo: Ƒqué se hizo el rey don Juan, los infantes de Aragón qué se hicieron? podía continuarse de otro modo o servir de ejemplo para nuevos poemas. Utilizaba la tipografía como hicieron los dadaístas e incluso los estridentistas, con un sentido formal que podía o no prescindir del contenido. Tal vez su predilección por el pastiche fue excesiva, pero sin duda fue un creador típicamente setentero que abrió muchas vías a las actividades artísticas alternativas.

Fue colaborador de la revista Plural en la buena época de ésta y se exhiben algunas de sus colaboraciones, que desafortunadamente no pueden leerse bien porque la estatura media del mexicano dista de equipararse con la del último extraterrestre que nos ha brindado la cinematografía en la película Señales, de N. Shyamalan. Esforzándome algo pude entresacar lo siguiente, que le escribe Octavio Paz, respondiendo a una carta suya también publicada: el poeta manifiesta que lo que más le interesa de su producción son sus escritos ''vagamente teóricos"; Carrión le responde con sumo respeto que le gusta comparar lo que él hace con la pintura abstracta.

De hecho se exhiben unos dibujos que condensan en unas cuantas líneas rectas A la guerra, de Gil Vicente. El llamaba a estos trabajos ''gráficas de poesía". Tendía a utilizar procedimientos de estampado como los sellos de goma. Hay una mesa en la que se exhiben varios, de diferentes artistas, en la que el público asistente se ve en la posibilidad de experimentar. Se pregunta a sí mismo: ''Why would an artist choose at a given moment to use rubber-stamps as a medium?" y la respuesta más obvia es ''why not".

Como quiera que sea el arte correo se constituyó en él como actividad abundante y está claro que en ese aspecto la distribución reparte también ideología. Lo mismo sucede con el cine, el video, el libro o cualquier otro producto cultural. Los libros de artista entran en este esquema, ya que su manufactura y su distribución entran en redes alternativas. El fundó en Amsterdam Other Books and So, según entiendo bajo el siguiente lema: ''Un escritor, contrariamente a la creencia popular, no escribe libros, escribe textos".

No es que yo esté en desacuerdo, pero los textos pueden quedar incluidos en libros o mantenerse sueltos, obviando la creación de un objeto, pues un libro, quiérase o no, es objeto y parte del atractivo que siguen y seguirán teniendo los libros es ése. Si no, Ƒpor qué tantas ganas por parte de escritores, artistas, editores, de que se publiquen libros? Si ni siquiera es negocio medianamente plausible para el autor, pero da gusto verse impreso con lomo, portadilla y portada.

Una de las pasiones de Ulises Carrión fue la televisión y el video, pues la pantalla chica ''es un cuadro que convierte lo real en algo igualmente real. Pero el video es diferente, porque ocurre fuera de la televisión". Felizmente, Carrión advierte que ''un video puede ser bueno o malo". En ambos puntos le doy la razón: Ƒsaliste en la televisión?, luego existes.

Ver la muestra de Ulises Carrión toma tiempo, pues hay pantallas de televisión en activo a lo largo del recorrido, además de un filme de 18 minutos, The death of an art dealer, aparte de un video armado con fragmentos de programas televisivos. El siguiente enunciado me pareció de oro: ''Las noticias pueden ser editadas con mayor refinamiento". Paz incluido.

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