CIUDAD PERDIDA

Miguel Angel Velázquez

PRD: golpe de timón

PODRA RESULTAR INCREIBLE, pero déjeme contarle que por fin la tuerca empezó a apretar el muy desvencijado tornillo del PRD.

SI NO ES cuento, muy probablemente hoy la presidenta de ese organismo político suelte el nombre de algunos diputados y un senador traidores o cuando menos contrarios a los acuerdos generales del partido en el que militan.

EN EL PRD la situación, hasta ahora, se ha significado porque algunos de sus militantes de mayor rango sostienen, en muchas ocasiones, posturas diferentes a las que se acuerdan en el partido y queda la impresión de que se trata de una institución política sin dirección, en la que cada cual hace y dice lo que mejor le conviene en lo personal, según el momento político.

ASI LE PASO a varios diputados por el estado de México que, de una u otra manera, se han convertido en colaboracionistas del régimen de El señor de las ratas, mejor conocido como Arturo Montiel.

ESTOS LEGISLADORES, MAS de cuatro, según se dice, han utilizado el pretexto histórico de salirse de las sesiones en los momentos más importantes de una decisión camaral o de plano han votado a favor de alguna iniciativa del gobernador, contraria a los principios perredistas, o dicho de otra manera, los han maiceado.

ESTE TERMINO SE utiliza en el argot político para indicar que algún representante popular recibe favores especiales por parte del gobierno. De eso se sospecha, pero la seguridad está en el sentido con el que han ejercido su voto o su ausencia en momentos clave.

PARA ELLOS HABRA más que un jalón de orejas. Cuando menos uno irá a defender su postura a la Comisión Nacional de Garantías y Vigilancia, de la cual podría salir con recomendaciones de expulsión.

NO OBSTANTE, EL caso que habrá de llamar la atención en los terrenos de la política en general será el del senador Demetrio Sodi de la Tijera. Todo indica que el legislador recibirá un fuerte extrañamiento de su partido por sus recientes declaraciones en torno a la iniciativa foxista de energía, misma que habría sido considerada contraria a los acuerdos generales del PRD.

ESTE CASO PODRIA concluir con la salida voluntaria del senador, que parece navegar sin brújula, aunque los vientos de su partido le traten de llevar hacia otros destinos que parece no compartir con el PRD.

Y NO HAY que olvidarnos del DF, donde cuando menos tres asambleístas han decidido también hacer la graciosa huída en momentos en que su voto habría de consolidar un triunfo político para el PRD.

EL OTRO CASO, como ya lo tratamos aquí, es el del embajador Ricardo Pascoe, a quien la impugnación hecha en su partido, mismo que le permitió ocupar esa posición, lo ha debilitado y podría significar, al tiempo, un punto en contra de las muy deterioradas relaciones entre nuestro país y el gobierno de la isla.

PERO TODO ESTO no es, a fin de cuentas, más que la urgente necesidad de tratar de hacer del PRD una verdadera institución política.

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