Estudian familiares de desaparecidos recurrir
a corte de derechos humanos de la OEA
Protestas en Chile contra fallo de la justicia que
liberó a Pinochet del juicio por fusilamientos
El dictamen, una negociación para salvar al dictador
a cambio de su dimisión, acusa el PC
Afirma líder del Senado que el ex militar le
dijo que "no está loco", aunque lo diga la Corte
REUTERS, AFP Y DPA
Santiago, 6 de julio. Más de mil personas
marcharon este sábado por las principales ca-lles del centro de
Santiago hasta los tribunales de justicia para protestar por el sobreseimiento
definitivo del proceso contra el ex dictador chileno Augusto Pinochet,
en el juicio que se le seguía por el caso de la caravana de la
muerte.
La "marcha contra la impunidad", como se le llamó,
que terminó en enfrentamientos entre manifestantes y la policía,
luego de que algunos convocados lanzaron bolsas de pintura contra la sede
del Poder Judicial, estuvo encabezada por la agrupación de Fa-miliares
de Desaparecidos Detenidos, cuya presidenta, Viviana Díaz, adelantó
que se está estudiando recurrir a la Corte Interamericana de Derechos
Humanos para denunciar el papel de la Justicia chilena.
El
lunes pasado la Corte Suprema de Justicia liberó a Pinochet de los
cargos por el caso de la caravana de la muerte, una comitiva militar
que en un recorrido por el país realizó secuestros y ejecuciones
de opositores al gobierno castrense, en octubre de 1973, un mes después
del golpe de Estado que lo instaló en el poder.
La decisión de la corte se basó en el argumentar
de que el ex presidente de facto pa-dece demencia progresiva e irreversible,
fa-llo que lo facultó a retornar como senador vitalicio, aunque
tres días después renunció a ese cargo para "lograr
la unidad del país" y aduciendo problemas de salud.
Díaz destacó, ante la decisión del
máximo tribunal de justicia, la imposibilidad de que la sociedad
chilena alcance la reconciliación mientras no se aclaren las 3 mil
muertes y desapariciones forzadas que dejó la dictadura de Pinochet,
que gobernó Chile desde el 11 de septiembre de 1973 al 11 de marzo
de 1990.
La secretaria general del Partido Comunista, Gladys Marín,
quien también participó en la marcha, dijo que el dictamen
de la Corte Suprema no fue más que "una negociación" para
salvarlo a cambio de su dimisión a la Cámara alta, y aseguró
que la actividad de hoy no es más que la primera fase de nuevas
movilizaciones.
De su lado, el presidente del Senado, el democristiano
Andrés Zaldívar, quien gestionó la salida de esa Cámara
de Pinochet, reveló al periódico El Mercurio que el
miércoles conversó por teléfono con el ex dictador,
quien le aseguró que no está loco, con lo cual contradijo
el dictamen de la Corte Suprema de Justicia.
"Estoy con un problema de salud difícil y, por
mi edad, por mi vejez, no estoy en la plenitud de mis facultades", le dijo
Pinochet al líder camaral.
Zaldívar explicó que un requerimiento ante
el Tribunal Constitucional para conseguir su interdicción ?como
pretendían parlamentarios del oficial Partido Socialista? habría
llevado a su entorno a dar una pelea, por lo que se consideró que
la salida negociada era la más conveniente.
Uno de los abogados de la querella en la causa por el
homicidio del general Carlos Prats, ex jefe del ejército de Chile,
cometido en 974 en Buenos Aires, anticipó que en ese caso ?en que
deberá pronunciarse la justicia local por un pedido de interrogatorio
argentino?, pedirá nuevos chequeos mé-dicos, pues no cree
en la locura de Pinochet.
Los senadores socialistas intentarán arruinar la
renuncia voluntaria de Pinochet, quien la hará efectiva el próximo
martes mediante una carta, publicó este sábado el diario
La Tercera.
Los dirigentes socialistas, de acuerdo con el rotativo,
no quedaron contentos con la salida negociada de Pinochet, pues mantendrá
su fuero y la dieta parlamentaria, además de que gozará de
privilegios como ex presidente del país.
La Tercera añadió que los senadores
del Partido Socialista consiguieron que la carta sea leída en la
sesión del martes y que posteriormente se abra un debate en que
rebatirán la misiva, al tiempo que obligarán a la derecha
a tomar parte en el mismo.