Millones de libros, estampas y frazadas con
imágenes del beato, la Virgen y el Papa
Lanza la Arquidiócesis de México mercaderías
alusivas a la canonización de Juan Diego
Los fondos por las ventas "serán para procesos
de evangelización": Francisco Cipriani
ALMA E. MUÑOZ
La Arquidiócesis de México presentó
ayer parte de los libros, carteles y frazadas con imágenes del papa
Juan Pablo II, Juan Diego y la Virgen de Guadalupe que puso a la venta
en las ocho librerías con que cuenta, dentro del marco de actividades
que desarrolla por la próxima santificación del indígena.
El
padre Francisco Cipriani, director del Secretariado de Evangelización
y Catequesis de la curia, informó que estas acciones forman parte
del impulso que se da a la evangelización y por ello se fomenta,
incluso, que se hagan pinturas con distintos rostros e imágenes
del que próximamente será santo.
Para el prelado no es válido que a Juan Diego se
le ubique como el patrono de los indígenas. "Eso es grave, hay que
ubicarlo como representante de la raza indígena y entender que México
se compone también de mestizos. A él hay que considerarlo
como el icono que la Iglesia necesita para renovarse y saber qué
hacer en este siglo xxi. Quién mejor que él para brindar
esperanza a los alcohólicos o drogadictos. A él hay que bajarlo
hasta las alcantarillas."
Explicó, en conferencia de prensa, algunos de los
aportes de la iniciativa privada, como Banorte y Avantel, para la ceremonia
de canonización. Subrayó que Cementos Mexicanos imprimió
20 millones de estampas con la imagen oficial del beato, extraída
de una pintura anónima del siglo xvii, cuyo original está
en la Basílica de Guadalupe. También se quejó por
la falta de apoyo para cubrir los gastos de seguridad.
Habló sobre algunos de los productos que ya se
venden, incluso en centros comerciales, y que son alusivos a la ceremonia
del 31 de julio. Conminó a fieles y no creyentes a comprar los libros
Juan Diego. Escalerilla de tablas, del sacerdote jesuita Xavier
Escalada (cuya venta sobrepasa los 100 mil ejemplares), El águila
que habla, del cardenal Norberto Rivera Carrera, y El encuentro
de la Virgen y Juan Diego, de los postuladores de la causa, los religiosos
José Luis Guerrero, Eduardo Chávez y Fidel González
Fernández.
En la sede de la Arquidiócesis de México,
en Durango 90, colonia Roma, se exhibieron diversas publicaciones alusivas
al tema (cuya existencia sobrepasa el medio millón de ejemplares),
frazadas con las imágenes del Papa, el beato y la Virgen (hechas
por una empresa particular, de la cual se omitió el nombre, y que
ya puso a la venta, en tiendas de autoservicio, un millón de unidades
con un costo de casi 150 pesos), así como paquetes de carteles con
un precio de 75 pesos.
Además, cuadros recién hechos por Jorge
Sánchez y José Salazar, con distintos rostros y poses del
beato, sobre los cuales destacaba el retrato que sobre el indígena
hizo el pintor de la colonia Miguel Cabrera, a partir del cuadro anónimo
de la Basílica.
Se le preguntó a Cipriani qué destino se
dará al dinero recaudado por la venta de los productos y contestó:
"Será para procesos de evangelización".