Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Jueves 28 de marzo de 2002
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Sociedad y Justicia

La objeción del Vaticano al diaconado indio, por la escasa vocación para ser curas, afirma

Arizmendi: sueño con una diócesis con mayoría de sacerdotes indígenas

Descarta menosprecio a pobres o grupos étnicos; el debate sobre el celibato está vivo, expresa

BLANCHE PETRICH ENVIADA

San Cristobal de las Casas, Chis. El sueño del obispo de San Cristóbal de las Casas, Felipe Arizmendi, difiere del de su antecesor, Samuel Ruiz; el nuevo jefe de la diócesis habla también de construir una Iglesia autóctona, pero no con diáconos que puedan ejercer su ministerio desde su propia filosofía y cosmovisión, siendo casados, sino con sacerdotes y hasta obispos que, salidos de las comunidades indígenas, pasen por el seminario.

"Sueño con una diócesis con muchísimos seminaristas indígenas, para dedicarme a su formación inculturada, sin que pierdan su identidad. Sueño con una diócesis con mayoría de sacerdotes indígenas y hasta con un obispo indígena, Ƒpor qué no?"

Sin embargo, es un convencido de que la estructura diaconal que dejó como legado el equipo de trabajo del antiguo obispo es de primera importancia para la región. Espera poder convencer con argumentos e información a los jefes del Vaticano que ordenaron recientemente el cese de cualquier nueva ordenación de diáconos indígenas. Durante la segunda semana de mayo, anuncia, estará en Roma, abogando por esa causa.

"Desde el momento que ordené a seis diáconos más, en diciembre, a pesar de la sugerencia en contrario, expresé que para mí su trabajo es muy importante. En primer lugar, porque son personas que han consagrado mucho de su tiempo y su vida al servicio de Dios y de la comunidad. Segundo, porque han merecido toda la confianza de la comunidad. Y tercero, aunque tenemos muchos sacerdotes que hablan los idiomas indígenas, nunca están tan profundamente dentro de la cultura."

Duelo, preocupación y tristeza

Amonestado por la Congregación para el Culto Divino del Vaticano por ordenar diáconos indígenas a pesar de una "sugerencia" previa de suspender esos procesos, Arizmendi reconoce que los miembros de base de su diócesis y él mismo están "dolidos, preocupados y tristes". Pero confía en que no será un cierre definitivo, sino "una espera temporal".

Insiste en que la orden del Vaticano no se entienda como un menosprecio a los indígenas ni como un golpe. "Eso pasa también en Estados Unidos, donde hay muchísimos diáconos y pocos sacerdotes; también a ellos se les envió una suspensión temporal. Lo que les digo es que voy a insistir en el Vaticano".

La semana pasada el obispo asistió a una reunión diaconal con más de 400 agentes de pastoral de toda la diócesis, en la comunidad de Nueva Palestina, municipio de Ocosingo. Escuchó de viva voz la reacción de los afectados:

-Están dolidos. Estamos. Pero al mismo tiempo me llama la atención su reacción: vamos a hacer más oración y más ayuno, y vamos a corregir nuestros errores. Les insistí en que se sigan preparando, para que estén listos cuando vuelva a haber oportunidad.

-ƑEsperaba esta reacción del cardenal Medina Estévez?

-No. El 20 de julio de 2000 hicieron la sugerencia de suspender por tiempo no breve la ordenación de diáconos. Fui a dialogar con ellos, a la Santa Sede. Platiqué de las necesidades que veo en la diócesis, la importancia del trabajo de los diáconos, y considero que hace falta más, y no sólo en zonas indígenas sino en los centros mestizos y urbanos.

Para el prelado, el fondo de la objeción de la cúpula católica al diaconado indígena no es de índole política ni racial, sino que responde a la escasa vocación sacerdotal. En esta controvertida jurisdicción hay 76 curas, sólo nueve nativos de la diócesis. Sólo uno, ya mayor, es indígena, el tojolabal Ramón Castillo, que atiende la parroquia de La Castalia, en Comitán.

-En uno de los párrafos de la carta del Vaticano se cuestiona la conciencia que pudieran tener los diáconos indígenas sobre su misión. ƑQué le parece?

-No, ellos sólo piden que consoliden su formación, y eso se está haciendo porque están en cursos permanentes. Y hay una comisión, que estaba desde antes,arizmendi_sd2 de revisión de materiales de formación. En ese sentido, es algo que todos necesitamos, actualizarnos. Pero los diáconos no tienen una formación improvisada, tienen muchos años de trabajo.

-ƑCómo valora esta estructura del diaconado?

-Ellos pueden inculturar mucho mejor el Evangelio y las celebraciones en sus comunidades. Por otra parte, hay muchas parroquias que tienen un solo sacerdote para muchísimas comunidades. Un ejemplo: la misión de los jesuitas -Bachajón, Chilón y Arena- tiene 500 ermitas. La misión de los padres dominicos en Ocosingo tenía hasta hace poco cerca de 400. Ahora disminuyó porque pusimos a dos padres más en Marqués de Comillas. Palenque tiene 140 comunidades. Otras muchas son de 60 o 70 comunidades. Aunque hubiera sacerdotes en todas partes, y no los hay, no pueden darse abasto para muchos servicios que se requieren.

-ƑCómo piensa acatar la prohibición?

-La obediencia en el sentido de acatar una disposición, adulta y madura en la fe, exige el diálogo. Nosotros como obispos tenemos la obligación de presentar a los colaboradores del Papa las necesidades reales de nuestras diócesis. Es obvio que desde Roma no las pueden conocer bien.

-ƑQué cree usted que fue lo que pesó entre los cardenales para que tomaran esta medida?

-Fundamentalmente los números. Al comparar la cantidad de diáconos -344- con el de sacerdotes nativos -nueve- les pareció una desproporción muy grave. No hay otra razón, no es un desprecio a los indígenas, no es un menosprecio a los pobres, al contrario, es un exigirnos que de los propios indígenas y pobres surjan también vocaciones al sacerdocio, no solamente al diaconado. Pero no hay mal que por bien no venga. El 6 de abril voy a ordenar al primer sacerdote tzotzil, Marcelo Pérez, en Chenalhó, originario de San Andrés Sakamchén. Y también a un diácono.

-En la transición entre el diaconado y el sacerdocio se atraviesa el tema del matrimonio, de la visión india de la pareja como único medio para que el hombre alcance su plenitud...

-Ese es sólo un aspecto. En todos los tiempos en la Iglesia católica, incluso en la actualidad, ha habido sacerdotes católicos casados, tanto en el rito oriental como algunas excepciones que se han hecho dentro del rito católico romano. Por ejemplo, en Brasil, el papa Juan Pablo II autorizó en 1990 la ordenación de dos diáconos permanentes casados en condiciones muy concretas, ya que de común acuerdo ellos dejaron de vivir con sus esposas para dedicarse de lleno a la Iglesia. Hay pastores protestantes que estaban casados y se convirtieron a la Iglesia católica y fueron ordenados por el papa Paulo VI sin dejar su matrimonio. La discusión no es nada del otro mundo y no trata sólo del celibato.

Necesaria, mayor formación

-ƑEl sacerdocio casado es un debate vivo?

-Así es. Ni el Papa ni los obispos somos dueños de la Iglesia. Será el Espíritu Santo el que diga cuándo se abrirá esta posibilidad. En este momento no solamente el Papa, sino la mayoría de obispos y laicos y personas de la Iglesia no ha visto que sea el momento adecuado, pero no es imposible que algún día se abra.

"Pero ése no es el fondo de la discusión. Tiene que ver más con la formación que requieren para el sacerdocio, con otros elementos que ellos no han tenido. Tienen que trabajar en muchas culturas, en otros ambientes, requieren muchos elementos de estudio para la confesión, para la moralidad, las normas, la predicación y el estudio de la Santa Biblia."

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