Ť Excesos policiacos, detención arbitraria de vehículos y violación de derechos, las quejas

Migrantes denuncian abusos ante Vicente Fox

Ť Es muy difícil que estemos en la jugada en todas las ocasiones, dijo en Nuevo Laredo

JUAN MANUEL VENEGAS Y JORGE A. CORNEJO ENVIADO Y CORRESPONSAL

Nuevo Laredo, Tamps., 18 de diciembre. En esta ciudad, donde se dejó escuchar la voz de los trabajadores migrantes, el presidente Vicente Fox Quesada se enfrentó a la realidad: los abusos contra esos mexicanos continúan. Los excesos policiacos, la detención arbitraria de vehículos y la violación a sus derechos humanos son casos de todos los días; en cambio, en Tijuana, donde ya no se oyó al migrante, el mandatario optó por el mensaje de optimismo que en cada acto público lo desborda, para insistir en que México ya forma parte del "grupo selecto de naciones que conducen la globalización y el desarrollo de la humanidad".

A su paso por Nuevo Laredo, Fox supo que para cumplir con su compromiso de ofrecer las mínimas garantías de respeto a los migrantes, no son suficientes las evasivas y justificaciones discursivas de los funcionarios encargados de atenderlos. Tanto los que se van como los que regresan denunciaron las mismas irregularidades, las de siempre.

Trabas burocráticas, abusos policiacos, detención arbitraria de vehículos y violaciones a los derechos humanos de los migrantes fueron las denuncias que más escuchó en esta ciudad tamaulipeca. Y visto el panorama, Fox debió exhortar a los paisanos y a las organizaciones civiles que los representan a seguir por ese camino: "las denuncias (de las irregularidades que se cometen) son muy importantes para que podamos hacer bien nuestra tarea; es muy difícil que estemos en la jugada en todas las ocasiones y en todos los lugares".

El cruce fronterizo de Nuevo Laredo fue la primera etapa de la gira que el jefe del Ejecutivo realizó este martes con motivo del Día Internacional del Migrante y para "supervisar" que el programa Paisano se desarrolle de acuerdo con los objetivos para los que fue diseñado: que en esta temporada navideña los connacionales puedan venir a México sin encontrar a su paso corrupción y vejaciones.

Más tarde, Fox Quesada viajó a la ciudad de Tijuana. Aquí ya no tuvieron voz los migrantes, y el mandatario aprovechó varios actos para hacer gala del optimismo que lo desborda en cada acto público, en esta ocasión para insistir en que México ya forma parte "del grupo selecto de naciones que conducen la globalización y el desarrollo de la humanidad".

Hay la capacidad -subrayó- de asumir "el liderazgo que nos corresponde como nación, ya que somos la novena economía, en tamaño, en el mundo". Pero no sólo eso, también hoy México "es miembro del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, porque quiere asumir responsabilidades, ser parte de las decisiones, y porque no desea seguir los ritmos mundiales, sino que junto con la comunidad internacional, los trace, los defina y señale el rumbo".

Confió también en que "pronto" se concretará el acuerdo migratorio con Estados Unidos, que ofrezca y asegure el respeto y las garantías legales a los trabajadores mexicanos en el vecino país del norte.

Restringido acceso a los actos de Fox

No hubo, como el año pasado, las grandes multitudes para recibir al presidente Fox en la frontera. En esta ocasión, los actos en el Centro de Internación Temporal de Vehículos y en el Punto Táctico de Inspección de la carretera federal Nuevo Laredo-Monterrey, fueron más bien restringidos por un fuerte dispositivo de seguridad en torno a los lugares donde estaría el mandatario.

Pero como algo quedó del recuerdo de hace 12 meses -en el mismo lugar, pero sin la misma gente-, el titular del Ejecutivo federal cedió el micrófono a algunos de los pocos ciudadanos comunes y corrientes que se perdían entre agentes aduaneros, policiacos y los funcionarios de todo rango que en estos casos aparecen.

Una reportera de la cadena Univisión abrió la tanda de denuncias: dos paisanos suyos -le dijo al Presidente- vienen de Dallas y les vendieron un permiso falso. Les acababan de quitar su camioneta. Fox pidió que alguno de los funcionarios que lo acompañaban en el presídium tomara cartas en el asunto. Nadie contestó. Titubeantes se miraron a los ojos Francisco Barrio, Jorge Castañeda, Juan Hernández, el gobernador Tomás Yarrington... "ƑQuién me recibe esto?" šNadie! Hasta que se apareció el administrador General de Aduanas, José Guzmán Montalvo.

Siguió Jaime Aguilar Garza, de la Asociación Solidaria de Transportistas de Exportación de Nuevo Laredo: no hay garantías, acusó, cuando se cruza a Estados Unidos, donde además "casi toda nuestra carga se está calificando de peligrosa".

En tanto, Raymundo Ramos, del Comité de Derechos Humanos Grupo 5 de Febrero, denunció los excesos que contra los trabajadores migrantes cometen los agentes federales de la Procuraduría General de la República y sus madrinas... y bueno, hasta una señora con su marido preso por un supuesto fraude a Banamex apareció en la escena de las quejas.

Fox terminó por decirles que su gobierno seguirá trabajando para ofrecer un servicio honesto y transparente en los cruces fronterizos, e insistió, "encarecidamente", en que sigan las denuncias ciudadanas, "pues es la mejor manera en que vamos a poder hacer bien nuestro trabajo".

Vete sano, regresa sano...

En los actos llevados a cabo en Tijuana, el secretario de Salud, Julio Frenk, presentó los resultados del programa de salud del migrante Vete sano, regresa sano, que entró en vigor el pasado 14 de octubre.

Señaló que se está ofreciendo un "blindaje sanitario" a alrededor de 13 millones de mexicanos, no sólo llevándoles acciones de vacunación y programas de vigilancia nutricional, sino brindándoles información para la prevención de enfermedades transmisibles, incluido el sida, y la detección oportuna de cáncer y otras enfermedades crónicas.