Beijing. China reclamó este jueves al Grupo de los Siete (G7), y al gobierno de Japón que detengan lo que describió como provocaciones e intervenciones en sus asuntos internos, en particular sobre Taiwán y su política de defensa.
El vocero de la cancillería, Lin Jian, rechazó la declaración conjunta del G7, que cuestionó el aumento del arsenal nuclear chino y su fortalecimiento militar. Calificó el documento como una “tergiversación de los hechos” y una “flagrante injerencia”.
Lin reiteró que Taiwán es “un asunto exclusivamente interno de China” y acusó al bloque de avivar disputas en los mares Oriental y Meridional. Afirmó que Beijing mantiene una política de defensa de carácter “estrictamente defensivo” y nunca ha suministrado armas letales en el conflicto de Ucrania.
En la misma conferencia, el vocero exigió a Japón retirar los comentarios de la primera ministra, Sanae Takaichi, sobre una posible intervención militar en el estrecho de Taiwán. Advirtió que, de concretarse, sería “un acto de agresión” y que China respondería con “contramedidas decididas”.
China pidió al G7 y a Japón abandonar la “mentalidad de Guerra Fría” y dejar de politizar sus diferencias con Beijing.