Ciudad de México. Una escultura, un sendero seguro y una galería abierta forman parte del memorial dedicado a Esmeralda y Sofía, las dos jóvenes que fallecieron la noche del 10 de noviembre de 2022 cuando se dirigían a un concierto, al caer a una coladera en las inmediaciones del Palacio de los Deportes, en Iztacalco, como parte de los puntos de la recomendación que emitió la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México (CDHCM) a partir de una queja iniciada por este caso.
María Elvira Canchola Montoya, madre de Sofi y Esme, dijo que desde el día en que ocurrió esta tragedia, “por una negligencia que pudo ser evitada”, sus hijas comenzaron a salvar vidas, “las alcaldías empezaron a tapar coladeras” y el gobierno de la ciudad, agregó el secretario de Gestión Integral del Agua (Segiagua), José Mario Esparza Hernández, modificó los protocolos de inspección y se hizo una fábrica de accesorios, para dar cumplimiento a otro de los puntos recomendatorios, la no repetición.
El espacio, al bajar las escaleras de acceso al Metro Velódromo, era un sitio inseguro, estrecho y sin iluminación, lo que contribuyó con el robo de la tapa de la coladera al lamentable incidente.
Con la intervención que realizó el Gobierno de la Ciudad se transformó en un sendero seguro de poco más de cien metros como un amplio pasillo, jardineras al centro, una de ellas en torno a la coladera que causó la muerte de Sofi y Esme; una galería abierta con imágenes de época, la más antigua de 1955, con el tema de juventud y música, para refrendar el derecho de los jóvenes a la ciudad y a la cultura.
La escultura de tres mujeres en un abrazo, que emergen de follaje, realizada por el escultor Víctor Gutiérrez Guerra, se instaló en el cruce de Eje 3 Sur Añil y Viaducto Río de la Piedad, con una inscripción dedicada a las dos jóvenes: “Que el amor tangible unifique corazones, almas y familias construyendo destellos de esperanza, luz y fe por la eternidad”.
La comisionada de Derechos Humanos, María Dolores González Sarabia, sostuvo que este espacio, más que piedra y metal, evoca la memoria histórica de Esmeralda y Sofía, a quienes se recuerda, no por nostalgia, sino por dignidad y es también una promesa de no repetición.
Elvira agregó después que ese compromiso debe ser no sólo de palabra, sino de hechos, para que nunca más “otra mamá reciba a sus hijas muertas, es la primera vez que lo digo así, muertas, que las autoridades de verdad se comprometan a esto y que no vuelva a pasar”.
Agregó que sí bien el espacio en el que fallecieron sus hijas es ahora un lugar seguro, su lucha continuará para que las empresas que administran los espacios de espectáculos se comprometan a garantizar también entornos seguros alrededor de los recintos, para las personas que acuden a sus eventos.
Antes del acto se presentó la comparsa de caporales Los Auténticos, de Huetzin Mendoza, del pueblo de San Nicolás Totolapan, en La Magdalena Contreras, donde participan primas de Esme y Sofi, que entraron desfilando por Añil al punto del memorial y concluyó con un ceremonial a cargo del grupo de rock alternativo Los hijos del sol.