Caracas. El portaviones estadunidense más grande del mundo, el Gerald Ford, entró a aguas de América Latina y el Caribe, y se incorporó a la agresiva campaña del Pentágono contra Venezuela, bajo el argumento de combatir al narcotráfico.
El Gerald Ford, que cuenta con un reactor nuclear y una tripulación de 5 mil elementos, puede albergar más de 75 aviones militares, entre ellos, cazas como F-18 Super Hornet y E-2 Hawkeye, con capacidad para actuar como sistema de alerta temprana. También tiene modernos radares para controlar el tráfico aéreo y la navegación.
Al confirmar la llegada del Gerald Ford a aguas de América Latina y el Caribe, el Comando Sur de Estados Unidos no precisó la ubicación exacta del portaviones.
Sólo indicó que se trasladó al área de responsabilidad del Comando Sur, una amplia zona que incluye grandes secciones del océano.
El Departamento de Guerra estadunidense también confirmó la llegada del poderoso buque y afirmó en un comunicado que ayudará a “desarticular el tráfico de drogas, debilitar y desmantelar a las organizaciones criminales trasnacionales.
“Reforzará la capacidad de Estados Unidos para detectar, vigilar y desarticular a los actores y actividades ilícitas que comprometen la seguridad y la prosperidad del territorio estadunidense y nuestra seguridad en el hemisferio occidental”, aseguró el portavoz del Pentágono, Sean Parnell.
El despliegue fue ordenado por el presidente, Donald Trump, el mes pasado y se suma a los ocho buques de guerra, un submarino nuclear y aviones F-35 que ya están en la región.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha reiterado que el cerco militar de Washington tiene como objetivo derrocar su gobierno.
Desde septiembre, el ejército estadunidense ha atacado 20 embarcaciones bajo la acusación, sin ofrecer pruebas, de que transportaban drogas hacia su país, en ataques que, hasta ayer, dejaron 76 personas asesinadas.
Alejamiento de aliados
Reino Unido anunció que dejará de compartir información de inteligencia con Estados Unidos sobre embarcaciones sospechosas de narcotráfico con el fin de “no convertirse en cómplice” de estos bombardeos que, según sus fuentes, son ilegales, informó la cadena CNN. Dicha acción representa una ruptura crucial entre dos importantes aliados.
Reino Unido controla varios territorios en el Caribe, donde mantiene bases de inteligencia y desde hace años mantiene una significativa cooperación con la Casa Blanca para “localizar buques sospechosos de transportar drogas para que la Guardia Costera estadunidense pudiera interceptarlos.
Poco después de que el ejército comenzó a lanzar ataques letales contra las embarcaciones, el gobierno británico empezó a preocuparse porque Washington pudiera utilizar su información para seleccionar los objetivos, detalló CNN, que citó a fuentes cercanas al tema.
La interrupción del intercambio de inteligencia comenzó hace más de un mes, agregaron.
Medida contra bombardeos
En Bogotá, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, ordenó a sus fuerzas de seguridad suspender el intercambio de información con las agencias de inteligencia de Estados Unidos hasta que cese los ataques contra embarcaciones en el Caribe.
Por otra parte, la opositora venezolana María Corina Machado, agradeció al presidente de Ecuador, Daniel Noboa, tras confirmar que la acompañará en Noruega para recibir el Premio Nobel de la Paz.
Por su parte, autoridades de Panamá decomisaron el fin de semana 13.5 toneladas de droga tras detener una embarcación en aguas del océano Pacífico, que presuntamente tenía como destino a Centroamérica y México, informó el Servicio Aeronaval del istmo.