°C -
|

La Jornada

Últimas noticias
Anuncio
Anuncio
Anuncio

México SA

18 de abril de 2024 07:22

Sucios, como siempre, los barones del dinero, los concesionarios de las Afore (casi todas operadas por los primeros), la cúpula empresarial y las organizaciones (reales o ficticias) de la derecha a su servicio han armado tremenda campaña desinformativa, aprovechando la temporada electoral, en torno a la iniciativa presidencial en materia de ahorro para el retiro (el dictamen de proyecto de decreto ya fue aprobado en la Cámara de Diputados) cuyo objetivo es crear el Fondo de Pensiones del Bienestar para incrementar las pensiones que recibirán millones de mexicanos.

Como es clásico, esa banda grita a coro nos quieren robar, cuando en los hechos ha sido ella la que a lo largo de los años no ha dejado piedra sin labrar, siempre a costillas de los bienes de la nación y del dinero ajeno, como el ahorro de los trabajadores. Pero como todo lo que sea en beneficio de la mayoría es cuestionado y combatido por esa pandilla, el ataque ha resultado feroz.

No es gratuito que, en la mañanera de ayer, el presidente López Obrador reclamó: “es mentira que se quiera expropiar el dinero de los trabajadores; ¿cuál es expropiación? Pero así todos. ¿Por qué mienten? Primero, porque están muy enojados; segundo, porque hay mucho calor en esta temporada por el asuntito ese que ya saben o imaginan… Hay una mentira colectiva, es lo más absurdo y la verdad lo más mentiroso; si el fondo fuese para construir una obra, a lo mejor podrían decir, no estarán de acuerdo, pero el fondo para los trabajadores es para que reciban más cuando se jubilen”.

Algo más: el objetivo de la citada reforma es lograr que los 40 mil millones de pesos que los concesionarios de las Afore mantienen en cuentas inactivas desde hace una década se devuelvan al Instituto Mexicano del Seguro Social (legal, pero que ellas han incumplido), pero como son muy acaudalados, tienen mucho poder económico los que manejan las Afore, tienen buenas relaciones, se apoyan en los medios para echar a andar esta campaña de mentiras, porque van a tener que entregar lo que ellos administran sin que tenga un propósito que beneficie a los trabajadores. El monto no es nada despreciable y los barones del dinero, sin más, pretenden embolsárselo.

Se trata, explicó el mandatario, de dinero que manejan ilegalmente las Afore. Es lo que están haciendo. Nosotros no somos rateros, tenemos defectos como todos los seres humanos, pero no somos corruptos. ¿Cómo vamos a despojar a los trabajadores si estamos aquí por el apoyo de los trabajadores, por los más necesitados, por los pobres?

Los mexicanos deben agradecer el negocio ilegal de las Afore a dos esperpentos de la política nacional (siempre acatando órdenes de afuera): Ernesto Zedillo, primero (Ley del IMSS, en 1995) y Felipe Calderón, después (Ley del ISSSTE, en 2007), quienes entregaron el ahorro de los trabajadores a empresas privadas (creadas ex profeso) para administrarlo. El efecto inmediato de tales acciones fue la caída en vertical del monto recibido como pensión y que sólo tres de cada 10 mexicanos pudieran obtener una pensión, cada día más raquítica.

No sólo eso: a la par de tales decisiones, las políticas públicas aplicadas por ese par promovieron la ocupación informal, la subcontratación y la pérdida de derechos laborales, mientras los concesionario de las Afore manejaban los voluminosos fondos para el retiro en sus propios negocios paralelos. De hecho, como regalo de despedida, Borolas legalizó el outsourcing y con ella la masiva pérdida de derechos constitucionalmente garantizados, todo en nombre de la modernización.

Cuando el primer día de julio de 1997 dio el banderazo de salida al nuevo negocio privado (las Afore), Ernesto Zedillo presumió que las administradoras de fondos para el retiro son la gran solución social al México moderno de hoy, y se trata de un sistema para el futuro ágil, transparente y, sobre todo, justo. Tres años después de esa declaración, fue más allá: los trabajadores de México tienen hoy un régimen de pensiones a la altura de los mejores del mundo. Ahora tienen la seguridad de que al retirarse tendrán una pensión justa. ¡Esto es un gran triunfo de todos!, porque es muy satisfactorio saber que las pensiones, desde la entrada en vigor de la reforma, son sustancialmente superiores, en promedio, a las que se recibían antes. Y quedó fresco como lechuga, mientras los pocos mexicanos que lo lograban recibían pensiones miserables.

Las rebanadas del pastel

Pero ahora, alineada, la pandilla grita que otros quieren robar el ahorro de los trabajadores, que otros son los ladrones.

X: @cafevega

 
 


México SA

Trauwitz, de regreso

Ciudad perdida

Tufo 'azul', durante y tras el debate

Astillero

Xóchitl: el espejismo de su "mejoría"
Anuncio