Para impulsar la transición hídrica justa y sostenible, así como universalizar la cobertura de agua potable y saneamiento, se requieren inversiones públicas y privadas cercanas a 1.3 por ciento del PIB en América Latina y el Caribe durante una década, planteó José Manuel Salazar-Xirinachs, secretario ejecutivo de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
Durante el acto Diálogos Regionales del Agua sostuvo que si bien el acceso al agua es reconocido como derecho humano desde 2010, en América Latina y el Caribe gran parte de la población aún carece de servicios hídricos y saneamiento manejados de forma segura.
Precisó que 25 por ciento de las personas, 161 millones, carecen de agua potable, mientras 66 por ciento de la población de la región, 431 millones de personas, no tiene acceso a servicios de saneamiento manejados de manera segura.
Salazar-Xirinachs apuntó que durante las últimas tres décadas, los desastres asociados al agua representaron 88 por ciento del total de los eventos ocurridos en la región, con impacto muy alto, ya que concentraron a 89 por ciento de las personas afectadas de todos los desastres.
En este foro los países elaborarán una agenda regional de acción por el agua con lo que la región se presentará con una sola voz en marzo en la conferencia del Agua 2023 de la ONU.
Mario Lubetkin, representante regional de la FAO, mencionó que para 2050 la producción mundial de alimentos tendrá un incremento de 50 por ciento en comparación con 2012 a fin de satisfacer la creciente demanda de alimentos. Si se mantienen las condiciones actuales, exigirá al menos 35 por ciento más de agua dulce, advirtió, e instó a gestionar de manera sostenible los escasos recursos hídricos de la Tierra.