En el primer campeonato del mundo de beisbol-5, una modalidad urbana de los partidos clásicos del popular Rey de los Deportes y el softbol, se concentraron anoche las 12 naciones que competirán en el Zócalo de la Ciudad de México, con el objetivo de convertirlo en una disciplina de Juegos Olímpicos para Los Ángeles 2028.

Sobre siete pequeños diamantes que tienen como fondo los edificios de Palacio Nacional y la Catedral Metropolitana, los equipos de Francia, China, Lituania, Kenia, Sudáfrica, Cuba, Venezuela, China-Taipéi, Japón, Corea, Túnez y el anfitrión México celebrarán 50 encuentros hasta el 12 de noviembre en un formato de dos grupos de seis integrantes.

Los tres primeros de cada sector avanzarán a la llamada Superronda para los duelos restantes ante rivales que no han enfrentado. Llegado el final, se sumarán victorias y derrotas con el propósito de definir a los mejores, que disputarán el título del mundo. El tercer y cuarto puesto jugarán por el bronce.

“Los atletas deben sentir orgullo de escribir una página importante en el deporte”, señaló Riccardo Fraccari, presidente de la Confederación Internacional de Beisbol y Softbol. “El beisbol-5 tiene algo más que el beisbol y el softbol: es un juego mixto entre hombres y mujeres. Esa es la razón que terminó de desarrollarlo en todos los continentes”.

Nacido en las calles de Cuba, este novedoso deporte en el que sólo es necesaria una pelota de goma, sin guantes ni bates de beisbol, pretende ofrecer las mismas oportunidades de competencia a hombres y mujeres en todo el mundo. “Juntos vamos a hacer historia”, afirmó convencido el técnico del equipo mexicano, Jesús Alfredo Lerma; “nosotros esperamos estar en la final”.