San Cristóbal De Las Casas, Chis. La antropóloga y luchadora social Mercedes Olivera Bustamante, una de las pioneras del feminismo en Chiapas, falleció ayer a la edad de 87 años, informó Guadalupe Cárdenas Zitle, coordinadora del colectivo feminista que lleva el nombre de la académica.
Participante en movimientos sociales desde la década de 1970, no sólo sobresalió en el campo de la investigación, sino también por su activismo y su trabajo con mujeres indígenas, en migración, derechos humanos, derechos laborales y sexualidad, que la llevó a fundar distintas agrupaciones y colectivos. Apoyó la lucha zapatista.
Lideresa del Cuerpo Académico de Estudios de Género y Feminismo del Centro de Estudios de México y Centroamérica, dependiente de la Universidad de Ciencias y Artes de Chiapas (Unicach) y doctora en Antropología por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Mercedes Olivera encabezó antologías e hizo diversas publicaciones sobre feminismo, entre ellas la que es reconocida en Chiapas como la primera investigación sobre ese tema en el estado.
Coherente con su activismo, en 2018 renunció a un doctorado honoris causa luego de que la Unicach, que se lo otorgó en 2012, anunció que lo entregaría al entonces titular de la Secretaría de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos.
Ese mismo año, el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (Clacso) le concedió el Premio Clacso en Buenos Aires, Argentina, y al año siguiente editó la antología Mercedes Olivera: feminismo popular y revolución. Entre la militancia y la antropología.
“Se trata de un discurso de constante reivindicación de derechos que abarcan desde las autonomías de los pueblos indígenas hasta la liberación de las mujeres”, resaltó la investigadora Monserrat Bosch Heras.
“Conocí a Mercedes durante el auge de los movimientos revolucionarios centroamericanos, de los cuales fue partícipe activa a través de la militancia en el proceso guerrillero guatemalteco”, aunque paulatinamente se fue separando por no asumir los postulados feministas, tras lo cual abrazó la causa zapatista”, recuerda Bosch en dicha antología.
Además, subrayó que, “a diferencia de muchas personas, la edad y el paso de los años no moderaron la fuerza de su pasión para la consecución de un mundo mejor, un mundo inclusivo latiendo con un corazón ‘abajo y a la izquierda’, como marca el zapatismo”.
Originaria de la Ciudad de México, Mercedes llegó a Chiapas en 1970; en San Cristóbal de Las Casas, fundó el Centro de Investigación y Acción de la Mujer Latinoamericana (CIAM), el Colectivo Feminista Mercedes Olivera (Cofemo) y el Centro de Derechos de la Mujer de Chiapas (Cdmch). Además, fue catedrática de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma de Chiapas (Unach).
Tras darse a conocer su deceso, el Centro de Derechos Humanos Fray Bartolomé de las Casas expresó que fue “incansable en la lucha y defensa de los derechos de las mujeres y la autonomía de los pueblos. Deja su huella y legado en quienes caminamos junto a ella. Descanse en paz”.
Por su parte, el Clacso, manifestó en redes sociales: “Su inmenso legado feminista y revolucionario nos acompañará en nuestras luchas presentes y venideras”.
“Nos despertamos con la noticia de que falleció Mercedes. Es una pérdida muy lamentable para las feministas en Chiapas porque ella fue nuestra maestra durante tantos años”, expresó Guadalupe Cárdenas Zitle, coordinadora del Cofemo.
“Es una noticia muy triste, aunque a la vez me da tranquilidad saber que ya está descansando porque su salud estaba mal; estuvo luchando por años contra el cáncer y una serie de complicaciones; su cuerpo ya necesitaba descansar”, agregó.
Destacó que Mercedes, “a pesar de todas sus complicaciones de salud, nunca paró de producir, reflexionar y analizar los problemas de las mujeres en Chiapas. Su legado es enorme, siempre nos iluminó y dio mucha guía hacia dónde caminar para lograr esa vida digna para las mujeres, hasta el último día”.
Manifestó que la antropóloga y luchadora social, quien cumpliría 88 años el próximo 30 de septiembre, “fue una mujer incansable y admirable. El feminismo en Chiapas se fortaleció gracias a ella”.
Dora Hernández Gómez, “feminista radical de izquierda independiente” y compañera “de muchas luchas desde 1990” de Mercedes, dio a conocer que ésta falleció a las seis de la mañana en su casa, ubicada en San Cristóbal de las Casas, junto a sus hijos y otros familiares.
“Es una mujer inédita que trasciende como feminista, revolucionaria, humanista, como una persona integral en su visión de la lucha de las mujeres. Sintetiza todos los esfuerzos de las mujeres porque no sólo se define como feminista sino como feminista radical de izquierda, una definición muy propia y particular de ella”, expuso.
Sostuvo que a Olivera “se le puede definir como una revolucionaria del siglo y del milenio. Así lo hemos razonado. Su legado es universal. Ha dejado huellas y semillas sembradas en los cinco continentes, a través de distintas generaciones”.
Aseguró que “no sólo es una activista feminista, sino una científica con una trascendencia que marca la diferencia porque con su teoría, su práctica y su ejercicio de los derechos de las mujeres nos ha enseñado, ha formado grandes generaciones que apenas se empiezan a vislumbrar”.
Cárdenas Zitle ponderó: “Existe un semillero inmenso que tiene que ver con su teoría y posicionamiento político, su formación, su forma de entender el feminismo como una lucha antisistémica.
“Es decir, no es la lucha para la felicidad de las mujeres, sino para transformar a la humanidad por completo con relación al sistema capitalista, neoliberal, patriarcal y depredador que está terminando con la humanidad”.
Recordó que Mercedes Olivera “decía que el feminismo tiene que lograr la autonomía y la autodeterminación de las mujeres; si no es así, no es cabal”.