Ciudad de México. La exposición Helen Escobedo: Ambientes totales no pretende descubrir a una artista que no se conoce, sino mostrar la forma en que su obra se vuelve parte de un entramado social, expresó Lucía Sanromán, directora del Laboratorio Arte Alameda, en la Ciudad de México, adonde itinerará la muestra después de su estancia en el Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey (Marco), que será del 12 de agosto al 31 de diciembre.

“No es una obra aislada de nosotros, sino que nos pide comprometernos con los distintos temas que a Helen Escobedo (1934-2010) le interesaban, como el medio ambiente y la migración”, precisó Sanromán, curadora de la muestra, en conferencia de prensa virtual para anunciar la exhibición de 108 obras, que cubre un periodo de 1968 a 2010. Comprende pintura, collage, dibujo, maquetas, escultura e instalación.

La exposición forma parte de un ciclo enfocado en obras de mujeres artistas mexicanas, iniciado el pasado 24 de junio con Gama térmica, de Sofía Táboas.

Escobedo fue una de las pioneras en el rompimiento de los paradigmas modernos y en dar paso hacia la contemporaneidad en todo su esplendor, con este concepto de transición, enfrentamiento, construcción de ideas en busca de nuevos cánones en el arte, acotó Taiyana Pimentel, directora de Marco.

Además de considerar a Escobedo una “creadora global” –tenía una educación relacionada con lo que ocurría en el mundo en términos discursivos y visuales–, Pimentel dijo que “imprimió en el arte en México una serie de problemáticas intelectuales, culturales y artísticas, que han sido el punto de partida para las investigaciones de muchos de los artistas que aparecieron en los años 90 y hoy siguen su desarrollo”.

La muestra se enfoca en lo que Escobedo llamó “ambientes totales” –concepto que empezó a emplear en 1971–, ya que sus instalaciones escultóricas tienen la particularidad de irrumpir en el espacio arquitectónico y hacer partícipe al espectador.

De la abstracción a la realidad

Helen Escobedo: Ambientes totales se divide en cuatro secciones: Habitando la geometría, Paisajes verticales, Contra monumentos de lo cotidiano y Los mojados. En este recorrido, la expositora “sale del cubo modernista de la abstracción y cada vez incluye más elementos de la vida cotidiana, en particular la urbana, incluido lo informal y el humor del mexicano”.

En Habitando la geometría, el público podrá transitar por Corredor blanco (Pasaje blanco), de 1969, obra que Escobedo hizo con motivo del Segundo Salón Independiente, celebrado en el Museo Universitario de Ciencias y Artes, del que era directora. También se incluye Sui generis (1970), escultura móvil: un auto Volkswagen intervenido.

Aunque Paisajes verticales carece de una instalación efímera, comprende una serie de objetos que se refieren a una realizada en el espacio público: Centinelas de Aztlán/Escultura de caracol (azul), de 1981, En los años 70, Escobedo dejó atrás la abstracción geométrica y encontró formas de relacionarse con el espacio por medio de instalaciones en jardines y bosques.

En Contra monumentos de lo cotidiano, la sección más grande, se recrean las piezas Moda papalotera y La muerte de la ciudad. Según Sanromán “las historiadoras del arte tenemos la responsabilidad de crear protocolos para leer piezas de arte instalación. A veces tenemos instrucciones (dejadas por los mismos artistas), en otras no”.

A fin de recrear las instalaciones, Sanromán y la curadora asistente, Paloma Gómez, recurrieron al Centro de Documentación Arkheia, del Museo Universitario Arte Contemporáneo, que conserva el Fondo Artístico Helen Escobedo, para revisar todo lo que dejó escrito acerca de su obra. También se reunieron con varias de sus asistentes.

Escobedo estudió en el Colegio Real de Arte, en Londres. Al regresar a México en 1954 era un momento en que “la obra de mayor visibilidad estaba enlazada con una idea de un discurso político, algo que Helen rechazó”, apuntó Gómez.

Con el tiempo, la expositora “comenzó a ver el arte como un mecanismo para detonar experiencias y reflexiones sobre la condición del mundo”. Los mojados, la última sección, “nos muestra a una artista que se vuelve cada vez más política y socialmente consciente”.