Morelia, Mich. Durante su gestión como comisionado para la seguridad de Michoacán, de enero de 2014 a enero de 2015, Alfredo Castillo Cervantes entregó unas 6 mil armas de fuego a grupos de autodefensa, las cuales terminaron en manos del crimen organizado, aseguró el secretario de Gobierno del estado, Carlos Torres Piña.

Agregó que, a pesar de la opinión de partidos de oposición, la administración del entonces presidente priísta Enrique Peña Nieto decidió impulsar una estrategia para armar las autodefensas y ahora hay gente armada sin control, principalmente en la región de la Tierra Caliente.

Castillo Cervantes fundó el grupo de élite G250, en el que había personajes como Nicolás Sierra Santana y sus hermanos, integrantes de la organización delictiva Los Viagras; y Luis Antonio Torres González, El Americano, entre otros sujetos que fueron miembros del cártel de Los caballeros templarios.

Hipólito Mora Chávez, líder del grupo de autodefensa de la comunidad La Ruana, municipio de Buenavista, dio a conocer desde 2014 que los grupos de autodefensa fueron infiltrados por el crimen organizado. “No me hicieron caso; prefirieron encarcelarme”, afirmó.

Hipólito Mora declaró recientemente que no está de acuerdo con que se desarme a quien posee una escopeta o una pistola para defender a su familia y su negocio; en lugar de ello propuso que se detenga a los cárteles que libran una guerra por el control de Michoacán para el trasiego de drogas, entre otros delitos, “sin descartar a los grupos delictivos disfrazados de autodefensas”.

Buscan frenar tráfico

El pasado 4 de julio, el gobierno de Michoacán inició una campaña de desarme en el estado con acciones como canje de armas por dinero y enseres domésticos, revisión y filtros en aeropuertos, centrales de autobuses y servicios de paquetería, entre otros lugares estratégicos, sobre todo en los límites con Jalisco, Guanajuato y el estado de México.

Además, fuerzas de seguridad de los tres órdenes de gobierno emprendieron hace unos tres meses operaciones para la recuperación de espacios territoriales en los municipios de Aguililla, Tepalcatepec, Coalcomán, Chinicuila, La Huacana, Tepalcatepec y San Juan Nuevo, donde la delincuencia destruyó carreteras y mantuvo el control haciéndose pasar por autodefensas.