El caso de los 53 migrantes que fallecieron en un tráiler en Texas es de nueva cuenta un reflejo de lo complejo, inseguro y riesgoso que se han vuelto los flujos migratorios ante las medidas de restricción como parte de las políticas gubernamentales, y un aumento de la corrupción en ambos lados de la frontera, coincidieron especialistas, organizaciones, académicos y representantes de casa de asistencia a migrantes.

Ante ello, es “incorrecto” el discurso oficial, tanto en México como en Estados Unidos, que se ha centrado en una “criminalización” principalmente de polleros o coyotes, ya que sólo representan el último eslabón de una cadena de complicidad y corrupción que se extienda más allá de un grupo de tratantes, recalcó Fabienne Cabaret, coordinadora de Defensa Integral de la Fundación para la Justicia.

Como ejemplo del riesgo en la frontera mexicana y estadunidense, señaló Alberto Xicotencatl, director de la Casa del Migrante de Saltillo, Coahuila, está el caso de las muertes reportadas en el Río Bravo.

A principios del mes, el Instituto Nacional de Migración refirió el hallazgo en este año de 37 cuerpos; Xicotencatl apuntó que han contabilizado 57, aunque destacó que al sumar las alertas de organizaciones en toda la franja fronteriza, podrían ser más de 250 los migrantes que han perdido la vida al intentar cruzar.

La Patrulla Fronteriza de Estados Unidos localizó 300 restos humanos de migrantes en la frontera de ambos países en 2019, la cifra más alta desde 2016.

Históricamente, en la zona aledaña a Tijuana era más notoria la presencia de migrantes mexicanos, y en la parte cercana a Tamaulipas había más centroamericanos, pero al comprobarse ahora casos de mexicanos en esta región, es muestra que la complejidad del tránsito hace que el paso de mexicanos sea menos notorio, agregó Xicotencatl.

Académicos y especialistas explicaron que ante el aumento de retenes y detenciones, la migración irregular se volvió más costosa, y al mismo tiempo más peligrosa. También hace difícil su medición, principalmente cuando se trata de connacionales que buscan cruzar al país vecino en busca de una oportunidad económica.

Félix Acosta Díaz, demógrafo investigador de El Colegio de la Frontera Norte, expuso en entrevista que hay una tendencia creciente de mexicanos que buscan migrar a Estados Unidos en los últimos años. Detalló que la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés) reportó un incremento de las detenciones de mexicanos de 2020 a la fecha, lo cual atribuyó a “los factores de atracción” hacia el país del norte.

“Hay que recordar la importancia que tiene la economía estadunidense en el mundo”, que sigue teniendo “una gran demanda de mano de obra no calificada, en problemas para contratar personas en la agricultura, en los servicios, comercios, que son trabajos que han sido históricamente desdeñados por estadunidenses, inclusive por los más pobres”, agregó.

La tendencia es similar a las repatriaciones de connacionales recabadas en cifras oficiales del gobierno mexicano por medio de la Unidad de Política Migratoria de la Secretaría de Gobernación.

De acuerdo al último balance, de enero a abril del presente año se registraron 96 mil 397 “eventos de repatriación” desde Estados Unidos, casi el doble que los 56 mil 114 en los mismos meses de 2021. De igual forma, es mayor que las 66 mil 737 personas repatriadas en 2020; las 68 mil 814 de 2019; las 74 mil 95 de 2018; las 50 mil 332 de 2015; las 71 mil 823 de 2016, o las 69 mil 744 personas de 2015.

En tanto, en una conversatorio convocado por diversas organizaciones de la región, Felipe González, relator especial sobre los derechos de las personas migrantes de la ONU, aseveró que para atender el fenómeno de la migración es necesaria una coordinación entre los distintos estados, ya que “cada uno por sí solo, no va a llegar muy lejos”.

Advirtió que si bien el discurso gubernamental abiertamente no es “xenófobo” de manera encubierta se halla permanente, “estigmatizando, por distintas vías, a la población migrante, asimilándolo a la delincuencia, con perfiles raciales”.