Ciudad de México. Julian Casablancas salió al escenario del Foro Sol cuando menos contento. Durante casi dos horas, no sólo interpretó exitosamente algunas de las canciones más queridas de The Strokes, sino que además se le veía con ganas de interactuar con su público. Casi entre cada canción, el vocalista aprovechaba las pausas para decir algo, incluso si ese algo tenía poco sentido, o fungía de pretexto para presentar el próximo tema.

Ahora el cantante tiene 43 años, 23 más que a finales de los noventa, cuando The Strokes comenzaba a hacer sus primeros ensayos en Nueva York. En ese tiempo, Casablancas y su banda no sólo lideraron el estilo de música que se apoderaría de la primera década del siglo XXI, sino que también lograron insertar sus canciones como la banda sonora de varias generaciones de jóvenes en todo el mundo.

Asistieron 50 mil espectadores a la cita con The Strokes en el Foro Sol. Foto cortesía Ocesa / César Vicuña.

La noche del jueves, en uno de los tantos conciertos que se vuelven a celebrar en la Ciudad de México, la agrupación neoyorkina logró reunir a 50 mil de esas personas. Tal vez por eso las canciones que más se sonaron no fueron las de The new abnormal, el álbum al que la pandemia interrumpió y al que le corresponde el turno de sonar en vivo. Lo que se escuchó en cambio condensa la mayor parte de los temas que más cariño han acumulado a lo largo del tiempo.

En todos los rincones del Foro Sol, el público supo corresponder la energía trazada por las canciones de The Strokes, ya fuese saltando y agitando la cabeza con frenesí para seguir el ritmo de New York city cops o Reptilia, o bien sumando una luz para acompasar con una melodía lenta como en Under control. Tras veinte temas, sólo quedó al fondo del escenario el logo de la banda, brillando frente a miles de personas con los rostros y los oídos satisfechos.