La Paz. El gobierno de Bolivia señaló ayer que la reciente sentencia del Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP), que declara ilegal la toma de posesión de Jeanine Áñez como presidenta, certifica que hubo un “golpe de Estado” en 2019 contra el gobierno de Evo Morales.
Áñez, quien era vicepresidenta segunda del Senado, asumió el liderazgo del país sin pasar por el voto de sus colegas tras la dimisión a la presidencia de Morales –sugerida por las fuerzas armadas– y de su vicepresidente Álvaro García Linera, además de los titulares en turno de la Cámara Alta, Adriana Salvatierra, y en la de Diputados, Víctor Borda.
La sentencia del tribunal, publicada el viernes, ratifica que había otras autoridades del Parlamento antes que ella en la lista de sucesión presidencial tras la dimisión del mandatario, y que la renuncia en las cámaras deben ser aprobadas por sus plenos, lo que no se produjo hasta después de que Áñez se autoproclamó presidenta interina.
Horas después del fallo, el procurador general, Wilfredo Chávez, descartó la existencia de un fraude electoral en los comicios del 20 octubre de 2019 tras la revisión de 34 mil 555 actas anuladas por estudiantes de la Universidad Pública de El Alto.
Iván Lima, ministro de Justicia, aseguró en entrevista con la cadena Bolivia TV que “la sentencia constitucional que se ha emitido y se ha notificado tiene un efecto final y vinculante”. Para Lima, el fallo más las conclusiones del procurador Chávez suponen el cierre del debate sobre si hubo golpe de Estado.
Áñez calificó en una carta enviada al presidente Luis Arce de “absurdo inconcebible” que el gobierno niegue la legalidad de su administración, que llegó hasta 2020. Destacó que “las arbitrariedades de su gobierno han llegado al punto de desconocer mi mandato como presidenta constitucional, un absurdo inconcebible”.
La ex senadora, de 54 años y con detención preventiva desde hace siete meses, agregó que la legalidad de su administración “fue refrendada por una declaración del Tribunal Constitucional de enero de 2020” y una ley aprobada por el Congreso en el mismo mes, que ratificó “la constitucionalidad de mi mandato”.
Para el jefe de Comunidad Ciudadana, el ex presidente Carlos Mesa, “la incongruencia y mala fe del Tribunal Constitucional no tiene límites. La posesión de Jeanine Áñez fue automática, no por la renuncia, sino por la fuga de Morales a México, que dejó vacante la presidencia. Por esa razón, la posesión fue inmediata y automática”.
