La costarricense Michelle Montero se recuperó de una lesión en la rodilla y vivió los bombardeos de este año en Israel para después llegar a Cruz Azul como la primera extranjera del club. Con su experiencia, asevera que es trascendental apoyar al balompié femenil para que las futbolistas puedan mantenerse en algún momento de este deporte.

“No pensé que después de mi lesión llegaría tan rápido a México”, dijo Montero en entrevista. Aunque el futbol fue su prioridad desde los 15 años, la jugadora tuvo que interrumpir su carrera hace aproximadamente dos para recuperarse de un problema en una rodilla.

“Después de ese problema físico dejé de jugar bastante tiempo. Ya había visto la Liga Mx y le decía a mi familia que quería estar ahí y lo logré antes de lo que pensaba”, dijo orgullosa la atacante de 27 años de edad.

A principios de este año, Montero firmó con el Hapoel Be’er Sheva, de Israel, uno de los primeros países en completar la vacunación de sus habitantes contra el Covid-19, aunque tuvo que sortear una fuerte experiencia tras los bombardeos desde la Franja de Gaza.

“Nos prohibieron salir del apartamento, fue como una semana y media así sin poder hacer nada”, dice Montero, quien ha señalado en varias ocasiones el temor que sintió en medio de los bombardeos. En el tema futbolístico, el detener sus actividades “me afectó en la parte física, por eso no llegué muy bien a Cruz Azul”, reconoció.

Después de dos meses y medio en Israel, encontró un espacio en Cruz Azul, donde ya ha marcado dos tantos con las celestes. “Quiero ser una jugadora que deja huella no sólo por ser extranjera”, agregó.

Con su experiencia en las canchas, señaló que por ahora las futbolistas “jugamos por pasión, pero en algún momento vamos a querer vivir de esto”, por lo que consideró trascendental mantener el apoyo al balompié mexicano.