Con la recesión superada y el avance del programa de vacunación que ha “liberado” a muchos sectores productivos, la economía muestra signos de avance que parecen confirmar un buen crecimiento del producto interno bruto en 2021 (alrededor de 6 por ciento), aunque sería insuficiente para cubrir el enorme cráter abierto por la pandemia.

Como informó el Inegi, la confianza de los consumidores sobre el momento actual y futuro de la economía mexicana y la de sus hogares remontó en junio al nivel más elevado en 21 meses y retornó al previo de la pandemia. El indicador respectivo registró en junio un aumento mensual de 1.5 puntos y alcanzó las 44.5 unidades, el mayor desde septiembre de 2019, cuando tocó los 45.3 puntos, así como por encima del registrado antes del inicio de la crisis sanitaria ( La Jornada, Clara Zepeda).

Sin embargo, otro indicador a considerar es el de la inversión fija bruta, el cual registró una disminución de 0.9 por ciento, en términos reales, en abril pasado respecto al mes inmediato anterior, lo que implica que el sector empresarial se muestra renuente a contribuir y arriesgar para que el repunte económico que vive el país sea no sólo sólido sino de largo plazo. Aun así, si el comparativo es anual, tal indicador reporta un aumento de 42.1 por ciento, sin dejar a un lado que en abril de 2020 se desplomó de forma brutal por los efectos pandémicos.

Como advierte el Instituto para el Crecimiento y el Desarrollo Industrial en su análisis más reciente (del que se toman los siguientes pasajes), la información del Inegi sobre dos componentes fundamentales para la economía del país muestra señales contrastantes: por un lado, el indicador mensual del consumo privado continúa su senda positiva, tanto en sus comparaciones mensual y anual, aunque en el apartado exterior exhibe una disminución en las importaciones. Por otro, la inversión fija bruta registra un retroceso en abril, afectado principalmente por el segmento de la construcción y por el referente de la industria automotriz.

La señal del consumo privado es reflejo de las medidas de apertura gradual que se han ejercido a lo largo del territorio mexicano, principalmente por el avance en la estrategia de vacunación. También manifiesta el dinamismo creciente en el mercado interno y la reactivación de fuentes laborales que se habían pausado durante la contingencia, principalmente en el sector servicios, que cumple en abril su tercer mes consecutivo en positivo con un crecimiento de 2 por ciento y un avance anual de 17.8 por ciento. Su tendencia continúa al alza indica que va camino a la recuperación.

Sin embargo, la herramienta indispensable para romper la coyuntura actual de la economía y acelerar el crecimiento es la inversión. Sin ésta no habrá avance, por lo que el indicador de la inversión fija bruta de abril exhibe incertidumbre empresarial y vislumbra una continuación en el bajo desempeño que existe en el sector de la construcción.

Dos elementos a considerar: la tendencia de la inversión fija bruta sigue al alza, pero de cualquier forma se encuentra en niveles de hace 10 años; es decir, la trayectoria es la adecuada, a pesar de que la velocidad no es la deseada.

En el comparativo sexenal se observa que el impacto generado por la contingencia sanitaria deja a la actual administración un reto de gran dimensión, tanto por la caída abrupta que se tuvo, como por la destrucción estructural que tuvieron factores productivos.

Por ello, es necesaria una estrategia integral que contenga las suficientes herramientas para revertir el daño causado por la pandemia, así como para emprender –en conjunto con los sectores público, privado y académico– un frente contra las estrategias generadas por otros países, y en especial para que el crecimiento que se observará en 2021 no sea sólo por el efecto poscovid, sino que siembre las bases para un cambio estructural y se termine con el raquítico 2.5 por ciento de crecimiento registrado a lo largo de las últimas tres décadas.

Las rebanadas del pastel

Siempre provocador, peleador de cantina y charlatán, ahora el Borolas mantiene sepulcral silencio tras el arresto y encarcelamiento de su socio Luis Cárdenas Palomino. El otro ya está preso en Estados Unidos y Calderón sabe que es el siguiente. ¿Se autocalificará como “daño colateral” de las barbaridades por él cometidas en su sexenio?