La promesa de progreso del gobierno federal a los actuales pueblos y comunidades indígenas implica un nuevo despojo de sus territorios; hoy estamos ante un nuevo proceso de desamortización de la propiedad social para convertirla en propiedad privada, consideró el periodista Luis Hernández Navarro durante la presentación del libro Indigenismo, violencia y despojo: entre la lucha por la autonomía indígena y el acoso neoliberal.

Publicado por los sellos Pez en el Árbol, Casa de las Palabras y Educa, abre con el poema “Quiénes somos/Tu laadu”, de Irma Pineda Santiago, y que integra los ensayos Neoindigenismo y 4T, del mismo Hernández Navarro; El gobierno de la 4T y los pueblos indígenas, del investigador y coordinador del libro, Francisco López Bárcenas; Oaxaca y sus masacres, de Pedro Matías; El Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, de Emanuel Gómez Martínez, y San Mateo del Mar: entre la autonomía y el acoso neoliberal, de la periodista Dia-na Manzo.

Durante la presentación realizada a través de la cuenta de YouTube de El Colegio de San Luis, Hernández Navarro recordó los asesinatos, desapariciones y violencia de la que han sido víctimas algunos activistas opuestos a las políticas estatales y federales que van en detrimento de los pueblos indígenas, al tiempo que celebró la llegada de una comitiva del Ejército Zapatista de Liberación Nacional a Europa “como un momento histórico”.

El coordinador de la sección de Opinión de La Jornada explicó que hoy vivimos el siglo de las diversidades: la indígena, de género, de la lucha feminsita, de los jóvenes, entre una multiplicidad de reivindicaciones de carácter identitario, pero, al mismo tiempo, es “una época en la que desde el Estado se busca homogeneizar, enjaular en la trampa de la representación partitocrática a ese conjunto de diversidades y tratar a todos como iguales”.

Parecería que se busca, añadió el periodista, la construcción de un sistema político bipartidista en el que por un lado se encuentran los llamados conservadores y, por otro, los liberales, “que ya se ha anunciado la desaparición de los puestos plurinominales”, pero la pregunta fundamental es: ¿los indígenas, dónde se ubican?

Lo que está presente a lo largo de todo el libro “es precisamente la reivindicación de ser parte de esa diversidad, así como su lucha por sus derechos diferenciados”.

El libro Indigenismo, violencia y despojo…, continuó Hernández, “permite analizar no sólo lo que han sido los tres primeros años del gobierno federal, sino y sobre todo, lo que se espera sean los siguientes”.

Los ensayos reflejan “que en pleno siglo XXI, el gobierno propone una idea de progreso cuasi decimonónica para impulsar los grandes proyectos nacionales, que casualmente se están construyendo sobre territorio de las comunidades indígenas. Hoy, esa mezcla de progreso y extractivismo implica iniciar un nuevo despojo. El Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuante-pec y el Tren Maya, no hay otra forma de caracterizarlo, sino como un despojo”.

De ahí, añadió, “que hoy estamos ante un nuevo proceso de desamortización de la propiedad social para convertirla en propiedad privada”.

Diana Manzo, corresponsal de La Jornada, se refirió también a los proyectos impulsados en el corredor del Istmo de Tehuantepec, así como a la masacre en San Mateo del Mar pepetrada el 21 de junio de 2020, que dejó 15 personas muertas, tema del que escribe en el libro.

Todos los ensayos, comentó Manzo, proponen un análisis realista de lo que han sido las luchas de los pueblos indígenas, sobre todo en Oaxaca, que lo que buscan es respeto y autonomía a través del diálogo.

López Bárcenas destacó que a lo largo del estudio se habla de esa realidad de los pueblos indígenas que no se ve. Se han sistematizado una serie de hechos y datos, cuya cuestión al final sigue siendo: ¿dónde quedan los pueblos indígenas?

Con fotografías de Daniel Debo Armenta, Fidel Cruz, Félix Reyes Matías, Jorge Luis Plata y Verónica Velásquez, Indigenismo, violencia y despojo… se puede solicitar en la página homónima de Facebook.