Los gobernadores electos de Morena respaldaron las reformas propuestas por el presidente Andrés Manuel López Obrador, incluida la incorporación de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).

Además, perfilan “replantear” o “refundar” la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago) para que no sea un instrumento de “politiquería”, aunque a la vez analizan la creación un nuevo organismo entre integrantes de la Cuarta Transformación.

Diez de los 11 gobernadores que ganaron por Morena el pasado 6 de junio –con excepción de Layda Sansores, quien no acudió debido el fallecimiento de su hermano– tuvieron su primer diálogo en conjunto, encabezados por el presidente nacional del partido, Mario Delgado Carrillo, y la secretaria general, Citlalli Hernández.

Tras concluir el encuentro privado ofrecieron una conferencia de prensa en la que firmaron un acuerdo común que plasmaron en un documento, en el que se comprometen a gobernar con austeridad republicana, erradicar la corrupción en sus entidades y no ejercer represión.

También garantizaron que conducirán sus administraciones conforme a los principios de Morena, y en contra de la violencia a las mujeres o de cualquier tipo de discriminación. Las gobernadoras electas elaborarán una agenda de género para impulsar la igualdad.

De igual forma, propusieron “revisar la Conago, plantear un nuevo modelo de relación entre los gobierno de los estados –de los cuales serán mayoría–, la Federación y el Presidente de la República. Se acabó la Conago como instrumento de politiquería, como ente para exigir recursos al gobierno federal, sin revisar sus presupuestos, sin revisar el ejercicio del gasto público en los estados y sin tener cooperación en muchísimos otros niveles”, sostuvo Delgado Carrillo.

Será decisión de los próximos gobernantes, aseguró, “si se queda la Conago como tal” o se organiza una nueva institución con los gobiernos de la 4T.

Por la experiencia “que tenemos de nuestros propios estados”, agregó Alfonso Durazo, gobernador electo de Sonora, y ex secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, se acordó la necesidad de preservar en los mejores términos a la Guardia Nacional para garantizar la eficiencia en el combate a la criminalidad. Consideraron que es con la adscripción a la Sedena como se puede garantizar esta ruta.

Para ello, detalló que “la propuesta es que la Guardia Nacional sea una fuerza adicional de la Secretaría de la Defensa Nacional y no un apéndice de la instancia propiamente militar. Es decir, se propone que sea una instancia como lo es la Fuerza Aérea, un cuarto ramo de la Sedena”.

Defendió que una de las principales razones para impulsar el cambio constitucional en esta materia es garantizar un mecanismos de ascenso de los mandos del cuerpo de seguridad, los cuales, insistió, no pueden ser civiles porque 80 por ciento de los integrantes de la Guardia Nacional son marinos y militares. Adujo que antes los nombramientos de mandos se daban en las instituciones de seguridad por una designación política desde el Ejecutivo Federal, pero sin garantizar la capacidad para el cargo.