India es el principal proveedor de sustancias activas para elaborar medicamentos en México y en el mundo. El abasto se ha visto alterado por las medidas que ha tomado esa nación ante el recrudecimiento de la pandemia de Covid-19, una situación que obstaculiza el envío de la materia prima a escala global.
Datos de la Cámara Empresarial India-México (IMBC, por sus siglas en inglés) señalan que la industria farmacéutica es una de las principales áreas dentro del intercambio comercial entre ambas naciones.
En 2019 el valor de las importaciones de productos farmacéuticos a México fue poco más de 107.3 millones de dólares, según señaló el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Rafael Gual, director general de la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica (Canifarma) confirmó que India es el principal proveedor de las sustancias destinadas para fabricar medicamentos, aunque destacó que no es fácil cambiar de proveedor, pues implica modificar el registro que las empresas tienen ante la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), lo cual resulta costoso.
El directivo comentó que la escasez de los principios activos provenientes de India no es exclusiva para México, sino para todo el mundo, aunque hay otros países de Europa que también proveen.
En la práctica, comentó que la situación afecta en mayor proporción la producción de medicamentos que la industria destina para el sector público debido, sobre todo, al retraso para conocer el fallo de la licitación internacional hecha por la Oficina de Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (Unops).
Detalló que esto último provoca que las empresas no cuenten con las sustancias activas, las cuales tienen una caducidad y deben ser solicitadas con anticipación a los proveedores, pues una vez que se cuenta con la sustancia la fabricación de medicamentos lleva hasta cuatro meses.
Reconoció que hay una sobre demanda de algunos productos que se comercializan en farmacias del sector privado, pero descartó mayores afectaciones por la escasez de la materia prima proveniente de India.
Cuestionado si esta falta de sustancias químicas para elaborar los fármacos se traduce en un impacto económico, Gual apuntó que las empresas que están más enfocadas en producir medicamentos para el sector público o que una parte de su producción se dirige a las compras de gobierno son las que tienen “apuros”.
Agregó que se permitió que institutos de salud, IMSS, Issste, Petróleos Mexicanos y gobiernos estatales adquirieran medicamentos mediante adjudicaciones directas, lo cual consideró como “ineficiente”, pues si bien las farmacéuticas “están apoyando”, el costo de esos procesos es mayor a una compra consolidada como se hacía todavía a principios de la actual administración federal.
“Lo importante aquí es la planeación, mientras más pronto se haga, va a ser mejor, esa es la solución y no nada más para este año, sino para el siguiente año que deberíamos estar pensando en la licitación de 2022 y tener ya esa posibilidad de saber cuánto se va a requerir en el país y pedirlo”, dijo.
Advirtió que es necesario que comience a planificarse la licitación de adquisición de medicamentos para 2022, pues de lo contrario México se rezagará más ante las solicitudes que hagan otros países a proveedores que se encuentran en India.