Ansiedad, depresión, insomnio. Son algunos de los efectos que la pandemia de Covid-19 ha tenido en niños y adolescentes al dejar de ir a la escuela, tomar clases en casa y dejar de socializar con sus pares, señalaron expertos. En el país hay tan sólo 820 siquiatras infantiles, con lo cual no se llega a uno por cada 10 mil habitantes como señala la ONU.
Esto plantearon durante el foro virtual Niñez y adolescencia, el impacto de la pandemia de Covid-19 en la salud mental y bienestar sicosocial de niños y adolescentes, convocado por el Colegio de México y Unicef. Tan sólo el 3 por ciento de 46 hospitales siquiátricos atienden a niños, explicó Armida Granados de la división de Enseñanza y Capacitación del Hospital Psiquiátrico Infantil Juan N. Navarro.
Detalló que en esa institución la atención a pacientes, entre marzo de 2020 y marzo de este año, ascendió a mil 583 nuevas consultas. Ejemplificó que en la Línea de la vida desde abril de 2020 se atendieron a 28 mil 906 personas; los niños de 11 a 16 años que pidieron ayuda tenían estrés agudo y depresión.
De mil 300 casos de menores con problemas de salud mental que atendían en 2000 se pasó a 5 mil 444 en 2019, sostuvo María Elena Medina-Mora, directora de la Facultad de Psicología de la UNAM.
La prevalencia mundial de trastornos en este sector de la población era de 13.4 por ciento antes de la pandemia, los problemas observados fueron el trastorno del déficit de atención, de conducta y consumo de sustancias en adolescentes, ansiedad y depresión, sostuvo Eduardo Madrigal, director del Instituto Nacional de Psiquiatría Juan Ramón de la Fuente.
Agregó que además del problema que ya había para esta población, ahora las medidas para mitigar la pandemia alteraron los sistemas en que se desarrollan los pequeños.
