Este año los diablos fueron las principales figuras de cartón elaboradas por artesanos para la tradicional quema de Judas, ante las dificultades por la emergencia sanitaria, que no sólo representó bajas ventas, algunos optaron por otra actividad. Por segundo año consecutivo, la familia Linares, creadora de los alebrijes y monigotes gigantes, decidió suspender la verbena que cada año convoca a visitantes de la Ciudad de México y otras entidades. Sin anuncios ni publicidad para evitar la llegada de personas, detrás del mercado de Sonora, en la colonia Merced Balbuena, ardieron un demonio y una rata –que representó a los políticos “que no cambian”–, así como a un panda. Tampoco hubo quema en Tepito. Estuvieron ausentes los cartoneros que desfilaban en la colonia Santa María la Ribera, mientras en Xochimilco, la prohibición para la quema disminuyó la presencia de artesanos, y quienes lograron mantenerse sólo hicieron pequeñas figuras que vendieron en Xaltocan.