Energía, dolor y ternura son algunos de los sentimientos que reflejan las bailarines de la compañía Ardentía en el proyecto coreográfico Beethoven... los apasionados sonidos del silencio, que se presentó este jueves en el Encuentro Cenart, que se desarrolla de manera virtual.

A partir del Concierto número 3 para piano de Beethoven, los coreógrafos Reyna Pérez, Guillermo Ríos, Martha Cortázar, Bryan Méndez y Salvador Sánchez dotaron de movimiento a cada nota de la obra compuesta entre 1800 y 1803.

La originalidad del genio de Bonn fue trazada primero con movimientos tenues. Las siluetas de los intérpretes se desplazaban lentas por el escenario. La música acompañaba cada gesto, cada salto, hasta que tocaba el turno de otro bailarín.

Más adelante, los ejecutantes realizaron movimientos vertiginosos en duetos. Sus cuerpos eran una nota más de lo que se escuchaba. Ahí estaban para marcar las secuencias de los coreógrafos.

En la parte final se puede ver que un bailarín, confundido, se lleva las manos a los oídos. Sufre y acude en su ayuda una bailarina. Para transmitir esa sensación de no poder escuchar, los bailarines realizan algunos movimientos sin música.

La propuesta coreográfica, que se encuentra todavía en proceso de creación, contó con algunos efectos visuales como las siluetas de los bailarines que se mezclaban con notas musicales, a través de la proyección de una partitura.

El pensamiento de Beethoven también estuvo presente en el video, pues se agregaron algunas frases del compositor: “Lo que tengo en mi corazón y en mi alma debe encontrar una salida. Esa es la razón de la música” o “Nunca rompas el silencio si no es para mejorarlo”.

El homenaje al genio alemán se grabó en diciembre pasado, y ahora se presenta en el encuentro organizado por el Centro Nacional de las Artes; los bailarines portaron cubrebocas a lo largo de toda la pieza.

Antes de la presentación de la compañía Ardentía, su directora, Reyna Pérez, explicó que Beethoven... los apasionados sonidos del silencio se creó el año pasado con motivo del 250 aniversario del natalicio del compositor.

Aclaró que se trató del primer ensamble coreográfico que se hizo en diciembre pasado, después de practicar mes y medio a través de Zoom.

“Falta mucho por trabajar; falta adecuar algunos efectos sonoros sobre la música. Estamos contentos de presentar este trabajo, que es un homenaje a este gran hombre que nos heredó un legado maravilloso”, explicó la directora de Ardentía.

La coreógrafa comentó que escogió el Concierto número 3 porque es de la época en la que “Beethoven empieza a quedarse sordo; al final de la obra decidimos incluir un fragmento de la Novena Sinfonía para revivir el momento en que el músico dirigió su pieza, pero no escuchaba los aplausos del público. Se me hizo muy emotivo ese momento y tratamos de revivirlo un poco”.

Pérez espera presentar en abril la obra terminada en el Cenart.