Tokio. La oposición a los Juegos Olímpicos de Tokio este 2021 va en aumento. Según algunas encuestas, cada vez es mayor la tendencia en la opinión pública japonesa que piensa que deben cancelarse de manera definitiva ante las condiciones planteadas por la pandemia de Covid. El Comité Olímpico Internacional y los organizadores locales han dicho que otra postergación es imposible, de modo que las únicas opciones son llevarlos a cabo a partir del 23 de julio, como está programado, o cancelarlos definitivamente.
Encuestas recientes de la agencia Kyodo y del canal TBS indican que 80 por ciento de la opinión pública japonesa quiere que la justa se postergue de nuevo o se cancele, o piensa que no se va a llevar a cabo. Esto representa un aumento del 15 al 20 por ciento respecto al mes pasado.
“Los japoneses están cada vez más inclinados a oponerse a los Juegos este verano y el estado de emergencia refuerza la impresión de que son una causa perdida”, manifestó Koichi Nakano, quien enseña política en la Universidad Sofía de Tokio, en un correo electrónico enviado a The Associated Press.
El escenario es delicado, pues hace una semana el primer ministro Yoshihide Suga declaró un estado de emergencia en Tokio y sus alrededores por un repunte del coronavirus, pero al mismo tiempo prometió que los Juegos Olímpicos de mediados de año se llevarán a cabo y serán “seguros”.
El doctor Atsuo Hamada, especialista en enfermedades infecciosas del Hospital Universitario de Tokio, dijo que los Juegos pueden generar “orgullo y un legado”, y tal vez beneficios económicos, pero también pueden traer el Covid-19.
Hamada dice que el estado de emergencia cambió todo. Cree que la mayoría de los japoneses no van a empezar a vacunarse antes de mayo.
Agregó que el “método de la burbuja”, como el que usó la NBA en Florida, parecía viable, pero que los olímpicos requerirían numerosas burbujas en medio de un área metropolitana de 35 millones de habitantes. “Realizar los Juegos parece algo más difícil hoy que el año pasado”, sentenció Hamada.
Hay muchos factores en juego: Las finanzas olímpicas, la geopolítica y las apariencias.
Los contribuyentes japoneses han invertido miles de millones de dólares en los juegos, el COI vive de los derechos de transmisión y sus arcas han sufrido un du-ro golpe por la postergación del año pasado. China, por su parte, está lista para organizar los Juegos de Invierno en Beijing dentro de 13 meses y sacaría un rédito político si Japón no puede llevar a cabo los de verano.
“El prestigio de Japón en Asia y en el mundo es importante, sobre todo por su rivalidad con China”, dijo Nakano. “Sería una pesadilla para los japoneses si no pueden montar los primeros juegos post-Covid y lo hace China”.
