Guadalajara, Jal., Representantes de la empresa Cuervo y el alcalde morenista de Tequila, Diego Rivera Navarro, llegaron a un acuerdo para que el pago de licencias municipales, de operatividad, construcción e impuesto predial de la compañía, sea de casi una tercera parte de los 60 millones de pesos que el ayuntamiento exigía y cuyo incumplimiento llevó a la clausura, por un par de horas, de la planta Cuervo 1800.

“Tuvimos la mesa final de trabajo junto con la empresa. En días pasados, en redes sociales y en medios de comunicación se había dicho que nosotros habíamos querido expropiarla, lo cual es totalmente incierto, es una mentira por parte de la oposición”, difundió ayer Rivera Navarro, luego de una reunión a la que fueron citadas ambas partes en palacio de gobierno.

“Llegamos a un punto de entendimiento, agradezco mucho a la compañía Cuervo, a la administración estatal y al gobierno federal, a través de la Secretaría de Gobernación (SG). Ya se resolvió, ya se van a hacer los pagos correspondientes en Tesorería”, agregó el edil.

El encuentro se desarrolló en las oficinas de la Secretaría General de Gobierno del estado con la intermediación del titular de la dependencia, Salvador Zamora, y la intervención de la SG, ante el notorio interés de resolver el conflicto por la trascendencia de la marca en el contexto internacional.

Pero mientras se pactaba el monto a pagar –que de forma extra-oficial se supo fue por alrededor de 17 millones de pesos–, la fiscalía de Jalisco confirmó que Cuervo presentó una denuncia por extorsión en contra de Diego Rivera, por la exigencia que personal de Inspección y Vigilancia municipal le hizo por 60 millones de pesos para no cerrar la planta tequilera.

Lo anterior luego de que el gobernador emecista Pablo Lemus dijo que Cuervo estaba en su derecho de tomar dicha decisión si consideraba que existió extorsión.

Señaló el mandatario estatal que el ayuntamiento pedía “hasta 20 veces más” de lo que la firma tendría que pagar.

Cuestionado sobre la pronta respuesta del gobierno estatal para impedir la clausura, Lemus refirió que al lugar ingresaron policías del estado y personal de Protección Civil, llamados por la misma compañía, porque si se apagaban de forma súbita las calderas como pretendían los empleados de Inspección y Vigilancia, existía “un grave riesgo de explosión”; por ello, argumentó, se decidió evitar ese peligro “que no fue medido por el propio municipio”.

Juan Francisco Beckmann Vidal, accionista mayoritario de Cuervo, es el sexto hombre más rico de México, según la revista Forbes.

La empresa es la tequilera más grande y antigua del mundo, creada en el siglo XVIII; además de sus fábricas y sus plantaciones de maguey tequilana weber, tiene en la citada ciudad y sus alrededores hoteles boutique, haciendas, restaurantes, bares y transporte turístico; un emporio en el corazón de la ruta del tequila, con paisajes como el agavero, considerados patrimonio de la humanidad.