Termina la era Verstappen
Cerrado desenlace en la pista del Gran Premio de Abu Dabi
Lunes 8 de diciembre de 2025, p. a10
Terminó el dominio absoluto de Max Verstappen. El piloto neerlandés de Red Bull reinó durante cuatro temporadas consecutivas sin que nadie le hiciera sombra que diera la impresión de ser amenaza real. Demostró de 2021 a 2024 que se trataba de un conductor superdotado y con una mente privilegiada para tomar decisiones a contrarreloj.
Lando Norris, de McLaren, le arrebató el título 2025, pero lo consiguió hasta la última fecha, en el Gran Premio de Abu Dabi, en un desenlace tan cerrado que aún había un ligero resquicio por donde el holandés podía escabullirse para demostrar por qué había sido un monarca que parecía irreductible.
Norris alcanzó a su compañero Oscar Piastri, quien durante un tramo de la temporada lideró la clasificación, y mantuvo a raya, vaya osadía, al más temible rival que se puede tener sobre la pista el holandés implacable.
Aunque Verstappen ganó este Gran Premio de Abu Dabi, tercera victoria consecutiva al final de la campaña, y que Piastri entró en segundo lugar y Norris en tercero, no fue suficiente para remontar una desventaja acumulada de varias carreras hasta quedar postrado lejos, a más de cien puntos de distancia de los punteros de McLaren.
Pero Verstappen es un fuera de serie y empezó a remontar, primero en Las Vegas, donde McLaren tomó decisiones equivocadas que le abrieron la puerta al triunfo; después, el fatídico Qatar, donde Norris y Piastri fueron descalificados por incumplir reglas técnicas de sus autos que terminaron por darle la victoria al holandés. Finalmente, Abu Dabi, donde el ansia de alargar el reinado del piloto de Red Bull todavía era posible, claro, si algunas incidencias tenían el capricho de confluir.
La ventaja de Norris (408 puntos) le permitía alzar el título si tan sólo quedaba en el podio en la última fecha en Abu Dabi, tal como hizo. El holandés temible logró remontar esa desventaja de más de cien puntos para llegar a esta fecha como segundo en la competencia con sólo 12 unidades de diferencia y Piastri se ubicaba en tercero, con 16 puntos.
Esta vez, en el circuito de Yas Marina, a diferencia de hace cuatro años, no hubo giro inesperado en la Fórmula Uno, cuando Verstappen le arrebató el campeonato a Lewis Hamilton en la última curva del Gran Premio de Abu Dabi. No hubo accidentes en los minutos finales ni coches de seguridad ni manipulación de la carrera. La realidad era que siempre se necesitaba algo extraordinario para que Norris desperdiciara el título de pilotos de este año y, para alegría y alivio del equipo McLaren, en ascuas junto a la pista, las últimas vueltas transcurrieron sin incidentes. Su chico de oro consiguió su triunfo.
Al pasar la bandera a cuadros, Norris, incrédulo, se llevó las manos directamente a su casco amarillo fluorescente. Una temporada en la que empezó en cabeza, desperdició una ventaja y parecía perdido en agosto, ha concluido con la realización de sus sueños más ambiciosos. El piloto de 26 años, de Somerset, se convierte en el decimoprimer campeón mundial de F1 de Gran Bretaña y el primero de McLaren desde Hamilton en 2008.
Carrera disputada
Pero vaya si fue una carrera muy reñida. Al final, Norris repelió la magnífica remontada del ganador de la carrera de esta noche, Verstappen, por sólo dos puntos. Un podio era todo lo que Norris necesitaba el domingo por la noche en Abu Dabi y, a pesar de algunas miradas nerviosas a Charles Leclerc de Ferrari por el retrovisor, un puesto entre los tres primeros nunca estuvo en duda. Cuando necesitó realizar algunos adelantamientos claves después de su primera parada en boxes, Lando destiló confianza y seguridad, atributos suyos que han estado bajo la lupa durante mucho tiempo. Con supremacía y eficiencia, Norris hizo lo que tenía que hacer.
“Gané de la manera que quería”, expuso Lando Norris; “siento que logré conquistar el campeonato como quería y sin ser alguien que no soy. No intenté ser tan agresivo como Max (Verstappen) puede ser, o tan determinado como otros campeones lo han sido en el pasado. Gané de la manera que deseaba”, declaró en conferencia de prensa.
Por su parte, Verstappen aseguró que no guarda “ningún remordimiento” tras haber firmado una gran remontada, aunque insuficiente para conservar su corona y dijo sobre la temporada:
“Hubo buenos momentos, pero, sobre todo, momentos difíciles, aunque también estoy muy orgulloso de que nunca nos hayamos rendido. Y, nuevamente, es también una lección para el futuro. Para todos, incluso cuando parece que estás fuera de juego, nunca hay que rendirse. Hay que seguir trabajando duro para intentar entender los problemas, y nunca se sabe lo que puede pasar.
“A veces odié este coche, pero a veces lo amé. Siempre intenté sacar lo mejor de él, incluso durante los fines de semana difíciles que tuvimos”, finalizó.
Ahora, el largo periodo de espera para la novedosa próxima temporada de la Fórmula Uno. Por primera vez en años, el defensor no será Verstappen, y su ex compañero, el mexicano Sergio Pérez, volverá a la pista con un equipo debutante, Cadillac. Cualquier pronóstico hoy parece descabellado. Empieza una nueva etapa en el automovilismo.











