Sábado 6 de diciembre de 2025, p. 6
Nueva York. Un ex agente de alto nivel de la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), y otra persona fueron acusados de asociación delictuosa para lavar millones de dólares y obtener armas de fuego y explosivos para el cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en México, el cual fue designado por Estados Unidos organización terrorista extranjera, de acuerdo con un acta de acusación revelada en Nueva York.
Paul Campo, ex subdirector de operaciones financieras de la DEA, retirado en 2016 después de una carrera de 25 años, y Robert Sensi, fueron sorprendidos mientras realizaban tratos con presuntos integrantes del CJNG durante una operación encubierta.
Ambos enfrentan cuatro cargos por “narcoterrorismo, terrorismo, distribución de narcóticos y lavado de dinero”. Ayer, al comparecer en el tribunal federal de Manhattan, los abogados de Campo y Sensi declararon inocentes a sus clientes.
El año pasado, Campo y Sensi acordaron lavar alrededor de 12 millones de dólares de ganancias de drogas del cártel y convirtieron 750 mil dólares en efectivo a criptomonedas, pensando que estaban destinados al grupo, cuando en realidad fueron a manos del gobier-no federal, dictaminó la acusación.
Asimismo, pagaron por 220 kilogramos de cocaína que se distribuiría y vendería en Estados Unidos por alrededor de 5 millones de dólares, y por la cual obtendrían una parte de las ganancias.
Durante conversaciones con una fuente encubierta, los acusados se ofrecieron además a investigar cómo adquirir drones comerciales, armas de fuego y explosivos para el cártel; Campo incluso presumió de su experiencia previa en la policía y ofreció ser “estratega” para el cártel, aseveraron las autoridades.
A ambos se les negó la posibilidad de salir bajo fianza; sus próximas audiencias fueron fijadas para el 19 de diciembre.












