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Isocronías

Bioy, versificador

L

eo Descanso de caminantes, libro póstumo (diarios 1975-1989) de Adolfo Bioy Casares editado por Daniel Martino (bien que el título fue decisión del propio autor) y me detengo en dos anotaciones sobre el endecasílabo distantes dos años entre sí. En la primera, que qué ganas de reproducir completa acá, le explica a “un grupo de chicas” que tal metro es fácil, “continuamente sale alguno en la conversación”, y que una vez que “la mente se acostumbra al ritmo (…) los produce sin esfuerzo, casi inevitablemente”. Ejemplifica con un dístico que se le acaba de ocurrir y trata “de explicarles cómo caen los acentos, pero no me dejan. (…) Creen que tengo un completo dominio sobre el verso, que hago lo que quiero; no saben que en verso hago lo que el azar quiere”. En la segunda indica que alrededor de 1950 “(Eduardo) Mallea ignoraba por completo las reglas de la versificación española; José Bianco no se quedaba atrás. (…) La gente en general sabe muy poco de la materia”. Se centra luego en el endecasílabo y reafirma: “Es verdad que si nos sale uno, probablemente nos salgan varios”.

Parte de la formación de los poetas, atrevo, incluye la asunción del azar, que el Bioy versificador (en el libro hay bastantes ejemplos de ello), para el caso humorista por lo general, parece resuelto a hacer patente.

Aunque abundan los dísticos y proliferan los endecasílabos, se abordan otras estrofas, otros metros. Veamos dos cuartetos “didácticos” escritos en el 81 e incluidos ese mismo año en ediciones escolares de dos obras del bonaerense:

Para el alumno: Desconfiado estudiante, a este librito / no tienes que aprenderlo de memoria. / Para eso, francamente, no fue escrito, / ni para ser lectura obligatoria.

Para el profesor: Ni con el torpe, de cabeza enhiesta, / lo uses de instrumento de tortura. / Tú inicias a la gente en una fiesta. /No es otra cosa la literatura.

Al final del diario, que cierra con un Envío ( Haz mañana, Bioy, / lo que puedas hoy.), el autor refiere su “costumbre matutina de versificar sobre lo primero que se me ocurra”, a “la manía” por sus cuadernos y a que tiene presente “una consideración hacia los lectores del futuro: tal vez, como a mí, les diviertan los epigramas de escritores contra escritores”.

Continuaremos la próxima semana. En vía de mientras, sólo éste (Baudelaire. Réplica): En cuanto a lo de cursi, habrá que ver / si alguien le pisa el poncho a Baudelaire.