Miércoles 19 de noviembre de 2025, p. 8
AC/DC, una de las últimas grandes bandas del rock masivo en actividad, anunció el 3 de noviembre en sus redes sociales una gira para 2026, que incluirá una parada en la Ciudad de México, en el estadio GNP Seguros, los días 7, 11 y 15 de abril, en el marco de la gira Pwr/Up, que tendrá conciertos en Argentina, Perú, Chile y Brasil.
Los integrantes actuales del grupo originado en Sidney son los históricos Brian Johnson en voz y Angus Young en guitarra líder, acompañados por Steve Young en la lira rítmica, Matt Laug en batería y Chris Chaney en bajo. La última actuación del grupo en tierras mexicanas fue en diciembre de 2009 en el entonces Foro Sol.
Por más que AC/DC sea la definición exacta del roquero tradicional y afín a los riffs pesados de antología, sus comienzos corresponden al fin del jipismo y la era de las bandas de rock de garage, como prueba se puede escuchar a The Easybeats, el grupo integrado por el mayor de los hermanos, George Young.
Los australianos, que celebraron apartarse del camino de la fe religiosa en canciones como Highway To Hell, remplazaron el éxtasis católico por el sexual, y a la iglesia por el bar, dando como resultado final canciones que tratan sobre experiencias mundanas tratadas con un tinte milagroso.
El concierto de rock en estadios tiene su historia: sus comienzos se relacionan con la alta demanda para entradas de The Beatles, en el inicio de su explosión en Estados Unidos. Significó un cambio repentino para la música en vivo, ya que no existía una tecnología adecuada, visual y sonora. Desde esa época hasta la actualidad, casi no existen argumentos a favor de los conciertos masivos que no estén relacionados con la concentración de dinero, poder y convocatoria, pero una de las razones más importantes por las que un recital puede corresponder a un foro gigante se llama AC/DC, y basta con ver y escuchar alguna de sus actuaciones para afirmar que fueron creados para ejecutar rock al mayor volumen posible y con una enorme multitud de audiencia.
Hay una fórmula en la discografía de AC/DC, de la cual no se apartaron desde High Voltage de 1976, hasta su última obra, Pwr/Up, de 2020: cantantes carismáticos de apariencia ruda, la habilidad pirotécnica y emotiva de Angus Young, y una base de bajo, batería y guitarra rítmica indestructible.
No es casual que los shows de AC/DC sean acompañados por escenografías que usan desde un tren en movimiento hasta una bola de demolición que derriba un muro; siempre fueron y serán rock en estado sólido, con una forma proletaria y etílica, excusada de posicionarse en lo político, debido a que son el último gran grupo de rocanrol de estadios.
Hay discos del grupo más icónicos que otros, entre ellos se destacan el cambio de cantantes, desde Back in Black (1979), el último disco con Bon Scott, al primero con su vocalista actual, Highway To Hell (1980), el primero con Brian Johnson. Sin embargo, su mayor reconocimiento es como conjunto en vivo de alto calibre, afirmación documentada en elepés que van desde If You Want Blood You’ve Got It (1978) hasta Live at River Plate (2012), registro que muestra la devoción argentina ante una de las últimas eminencias del rocanrol.











