Un “tío” amenazante, soez, berrinchudo // Corte confirma golpe a Salinas II // AMLO, libro terminado y ¿gira? // Z en contra de 4T, este sábado
l mero día en que cumplió años el ex presidente López Obrador la Suprema Corte de Justicia de la Nación puso buen fin a la añeja marrullería judicial que sirvió al patrimonialmente devastado Ricardo Salinas Pliego para eludir el pago de adeudos fiscales. El empresario que va de infortunio en infortunio en su fortuna ahora sí debe cumplir con sus obligaciones tributarias, so pena de ser embargado en algunos de sus bienes si se resiste a hacerlo.
El descendente multimillonario en mención no asumió con gallardía el golpe a sus finanzas. En busca de convertirse en retributivo gobiernícola (“Si yo fuera presidente de México”, dijo con aire de telenovela Azteca en El Salvador, junto a su modelo policiaco apellidado Bukele), recurrió al insulto y la grosería (el berrinche, pues), en lugar de asestar a los mexicanos una hipotética buena muestra de altura de miras libertarias, de pronunciar alguna pieza filosófica profunda y no pataletas de marino de pileta.
El problema de fondo de Salinas Pliego, aparte del que más ha de dolerle, el de la pérdida de miles de millones de pesos, reside en que no puede hacer creíbles sus fanfarronerías de presunto liberador de la patria; se volvió furibundo crítico de lo mismo que fue, un beneficiario atroz de privilegios gubernamentales, cuando dejó de contar con éstos. Él, que siempre apostó a apoyar a las cartas presidenciales viables, para luego cobrar dividendos usureros, ahora pretende victimizarse. Creyó ser más poderoso que el sistema que lo engendró, dijo ayer Mathieu Tourliere, reportero autor del libro La fórmula Salinas, las redes del poder en México, en conversación con el abogado Federico Anaya (https://goo.su/klCRK1).
Amenazante (“yo también le tengo un regalo al corrupto del PEJE, y estoy seguro que le llegará… ”), soezmente desbordado contra un personaje al que pocos años atrás elogiaba y del cual recibía contratos y ganancias (lo describió sin autocompasión geriátrica como “un pobre anciano corrupto que vive escondido de la gente y atormentado”), enamorado de sí mismo al grado de creer que puede ser presidente de la República, ahora tratará de aglutinar a su alrededor a minucias neocristeras (Eduardo Verástegui, tan vapuleado ahora por sus ex compañeros de ultraderecha), el panismo sin siquiera liderazgos medianos y tal vez el PRI desahuciado.
El autodenominado Tío Richi apelará a los sentimientos de clases medias, élites y factores extranjeros (Donald Trump y su marioneta argentina, Javier Milei) para aparentar un frente nacional contra el proceso autodenominado Cuarta Transformación. Con sombrero al estilo de Carlos Manzo, el uruapense asesinado, y disfrazándose de Bukele, hará ondear la bandera de la inseguridad pública, el impune crimen organizado y los narcorrenglones torcidos del poder guinda para convertir a México en una empresa más de su consorcio cada día más maltrecho.
Político de símbolos, Andrés Manuel López Obrador cumplió ayer 72 años en Palenque, Chiapas, acompañado de familiares, según reportes locales. El 3 del mes en curso, Héctor Tapia, columnista de Tabasco Hoy, publicó: “Andrés Manuel López Obrador ha terminado el libro por el que se apartó del mundo. Lo escribió en el tiempo que prometió: un año. Hoy, quienes lo acompañan en su entorno más próximo hablan de algo que parecía improbable: el ex presidente prepara su regreso, no como dirigente ni como caudillo, sino como autor (...). En Palenque –dicen– se afina la logística de un recorrido nacional que podría comenzar en diciembre de 2025 o, si el calendario se mueve, en enero de 2026. Una gira de escritor. Una vuelta pausada por los caminos que antes recorrió en campaña”.
Y, mientras este sábado se realiza el experimento de presunta rebelión juvenil marca “generación Z” contra la 4T, con llamados incendiarios a ir contra Palacio Nacional y la Presidenta, ¡hasta el próximo lunes!
Facebook: Julio Astillero











