Lunes 3 de noviembre de 2025, p. 37
Habitantes de Santa María Atzompa, municipio zapoteca conurbado a la ciudad de Oaxaca, acuden cada año al camposanto para celebrar “la alumbrada de los muertos”. En las tumbas colocan flores de cempasúchil y velas de parafina para iluminar el regreso de sus familiares al mundo de los vivos. Los pobladores de la comunidad expresaron que para ellos “es de suma importancia mantener las tradiciones”. Sin importar las bajas temperaturas y los gastos, asisten al cementerio.
Abajo, la principal atracción del festival del Día de Muertos en el municipio de Zapotlanejo, Jalisco, es la tradicional catrina de 22 metros de altura; su esposo, de 23 metros; su hijo –el bebé catrín– de 9, y el nuevo integrante de la familia, un alebrije xoloitzcuintle de 7.5 metros. Para confeccionar las figuras se usaron 600 metros cuadrados de tela y participaron 35 personas, entre artistas plásticos, diseñadores de moda y bordadoras.












