El colaborador de La Jornada recibió en San Lázaro el Premio Excelencia en Letras de Humanidad
Jueves 30 de octubre de 2025, p. 5
Al recibir ayer el Premio Excelencia en Letras de Humanidad 2025 en la Cámara de Diputados, el poeta y ensayista Marco Antonio Campos justificó el papel de la poesía y el poeta en la actual la sociedad capitalista.
“Para el ingenio, la gloria no tiene muerte”, sentenció al citar a un poeta romano. “No está de más repetirlo: donde se halla la verdadera poesía, vive el humanismo; y donde está el humanismo, el alma del hombre se enaltece y el mundo es más habitable y menos cruel”.
Fue una ceremonia que también tuvo un cariz político. El poeta Eduardo Vázquez Martín, director del Antiguo Colegio de San Ildefonso, aprovechó que le correspondió dar la semblanza del premiado para mandar un mensaje a los diputados.
“Hago votos por que la cultura ocupe un lugar aún más importante en nuestro proyecto de nación, que sea más significativo en los presupuestos públicos, que signifique también dar un mejor lugar a la cultura.”
El diputado Ricardo Monreal, presidente de la Junta de Coordinación Política y coordinador de Morena en San Lázaro, hizo eco de aquel llamado tras entregar el premio al también traductor y ensayista, nacido en la capital del país en 1949.
“Estamos en el proceso de aprobación del presupuesto. Todavía nos quedan unos días. Si podemos hacer algo, nos empeñaremos en lograrlo. Estoy convencido de que el Congreso debe ser un aliado del sector cultural y que, desde el Poder Legislativo, debemos impulsar estos reconocimientos literarios de alto nivel”, apuntó.
Campos, colaborador de La Jornada Semanal, dirigió una breve alocución, intitulada “Poesía y humanismo”, para agradecer el galardón conferido por la Cámara de Diputados de México y el Instituto Cervantes de España, en reconocimiento a su trayectoria y obra.
Ante un silencio atento, explicó que, a diferencia de los poetas de la Grecia antigua o de la tradición judía, que unían ética y belleza, el poeta moderno busca ante todo crear belleza.
“Si el poeta es capaz de crearla y el lector de sentirla, ¿no se da del todo la función estética? En este sentido, la poesía sensibiliza y, por ende, humaniza”, enfatizó.
Cargado de referencias literarias, desde Charles Baudelaire y su poema “Bendición” hasta el poeta romántico alemán Friedrich Hölderlin, en su discurso el creador mexicano defendió también la vigencia y necesidad del quehacer poético.
Se preguntó: “¿qué importa que no sean desde el surgimiento del capitalismo los siglos del honor de la poesía? ¿Qué importa que su público lector haya disminuido ostensiblemente?” Y enseguida respondió contundente: el poeta, visto como “loco o parásito” por el capitalista, tiene el privilegio de la escritura, y sus versos “resonarán por los siglos, mientras los prohombres que ahora lo fulminan serán pasto de la tierra y del olvido”.
Acotó, que “la poesía nos ilumina y nos ennoblece, y sin dificultad nos olvidamos de los esplendores huecos de la propiedad y del dinero que la sociedad moderna quiere hacer creer que son el gran objetivo de la vida”.
Luis García Montero, director del Instituto Cervantes, externó su alegría de que el reconocimiento de este año recayera en dicho autor, a quien calificó de “figura imprescindible” en el diálogo abierto en las últimas décadas entre las culturas mexicana, española y latinoamericanas.
El poeta español citó a su homólogo mexicano para subrayar la relevancia de la poesía: “no cambia nada, no le quita el pan de la boca a ningún millonario, pero los mejores poemas sirven para reivindicar la dignidad humana”.
Son, sostuvo, “un acto de reafirmación humana frente a las injusticias del mundo; para que compartamos una esperanza de humanidad, una esperanza de que el progreso, la ciencia y la técnica no trabajen al servicio de los especuladores, sino de la dignidad humana que representa la cultura compartida”.
En la semblanza del galardonado, Vázquez Martín, quien fue secretario de Cultura de la capital del país, destacó la vasta labor de Campos como gestor cultural universitario, su quehacer como editor de la revista Punto de Partida y promotor incansable de nuevas generaciones de escritores, además de su prolífica obra como poeta, narrador, ensayista y traductor de autores como Pavese, Ungaretti y Pessoa.











