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El Munae celebra a la gráfica joven en la muestra colectiva Del velorio al jolgorio

El proyecto reúne el trabajo creativo de más de 70 alumnos de La Esmeralda, la FAD y el Bicahch

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Ahora mismo ella está muriendo, de alumnos del Bachillerato de Innovación, Ciencias, Artes y Humanidades de Chiapas.Foto cortesía del Bicahch
 
Periódico La Jornada
Sábado 25 de octubre de 2025, p. 6

Del velorio al jolgorio: Encuentro de gráfica, inaugurada la noche del jueves en el Museo Nacional de la Estampa (Munae), es más que una exposición: es un punto de reunión entre estudiantes, instituciones y miradas que dialogan a través del grabado, el dibujo y la instalación sobre uno de los temas cruciales en la cultura mexicana: la muerte.

“Es un puente entre el ayer y el hoy, entre el duelo y la celebración”, definió Emilio Payán, director de ese recinto del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), durante la festiva y multitudinaria apertura de la muestra, a la que asistieron más de un centenar de personas, entre artistas, familiares, amigos e invitados.

El artista visual y editor destacó que esta colectiva celebra a la gráfica joven y su poder para unir tradición y creación contemporánea. Son más de 40 piezas –entre murales, estampas y obras colectivas– que, dijo, “nos invitan a transitar de la memoria al festejo, recordándonos que el arte gráfico es, ante todo, un acto de reflexión compartida”.

Este proyecto congrega el trabajo creativo de más de 70 alumnos –y algunos docentes– de la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado La Esmeralda; la Facultad de Artes y Diseño (FAD) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), y el Bachillerato de Innovación, Ciencias, Artes y Humanidades de Chiapas (Bicahch).

Los estudiantes “están tomando por asalto el museo”, dijo en son de broma Emilio Payán, quien reafirmó el compromiso de esa institución de “ser un receptáculo abierto para las nuevas generaciones”.

Recibir a los jóvenes de esos centros educativos, sostuvo, “refuerza nuestro compromiso con la creación emergente” y, en este caso específico, “con un espacio donde la muerte, el recuerdo y la vida se piensan desde el arte”.

Carlos Mier y Terán, secretario técnico de La Esmeralda, dimensionó la relevancia de este ejercicio artístico colectivo resaltando que se trata de un proyecto surgido de los estudiantes.

En tanto que Michel Salas, profesora de esa misma institución, agradeció al Munae por apoyar y recibir este tipo de iniciativas, ya que, aseguró, “en muchísimos años” ningún museo del Inbal había abierto sus puertas a ejercicios académicos de esta naturaleza.

“Éste es el parteaguas para que se abran más espacios dentro de nuestro mismo instituto y nuestra comunidad pueda mostrar el talento que trae adentro”, apuntó la docente, quien destacó que la mayoría de los artistas de la muestra son mujeres.

“Es impresionante estar en el Munae haciendo gráfica”, exclamó Leonardo Pérez, estudiante de La Esmeralda y uno de los expositores. Voz a la que se sumaron las de Aslhy Pastor, de la FAD, y Mariana Muñoz Gutiérrez, del Bicahch.

“Apenas nos está cayendo el veinte de estar aquí, junto a nuestros compañeros y estudiantes de otras escuelas, al lado de artistas como Leopoldo Méndez, uno de los máximos de México. Estamos muy emocionados y agradecidos de que nos hayan abierto las puertas de este museo”, expresaron.

De acuerdo con sus curadores, Karen Juárez y Raúl Cano, Del velorio al jolgorio “nos habla en concreto de la finitud, de lo que no es para siempre. Una reconstrucción después de la catarsis, siendo una exposición de tipo tanatológica donde todas las visiones terminan siendo sanadoras”.

Muchas de las obras, apuntan en la cédula de sala, hablan de la festividad a través de las danzas, los rezos y las oraciones, de los objetos rituales, y en algunos casos de la poesía indígena relacionada a los muertos.

“Contrariamente, otras no hablan de una festividad, sino de una ausencia, del no saber cómo gestionar un duelo o, caso opuesto, elaborarlo y enfrentarse a ese vacío a través de la representación simbólica o el fetiche con los objetos propiedad del finado, llenando con la honra y perpetuando su recuerdo, y con esto, la ausencia se vuelva presencia.”

Otros creadores, añaden, “muestran un miedo al olvido, y unos más revelan duelos internos, no por la pérdida de un ser querido, sino de ellos mismos”.

La muestra permanecerá hasta el 2 de noviembre en el recinto de avenida Hidalgo 39, Plaza de la Santa Veracruz, Centro.