Lunes 13 de octubre de 2025, p. 44
A cinco años de consolidarse como un espacio cultural y autogestivo, el bazar de libros San Fernando, que cada sábado ocupa los arcos del museo panteón y el atrio del templo de San Fernando Rey, en la colonia Guerrero, el gremio de libreras y libreros denunció el constante hostigamiento de presuntos funcionarios de Vía Pública de la alcaldía Cuauhtémoc.
El tianguis formado por más de un centenar de personas que se instalan alrededor de 150 puntos de venta, enfrentó en un inicio el intento de autoproclamados representantes coludidos con la alcaldía para apropiarse del espacio, imponer cobros y simular trámites de credenciales. Tras poco más de un año de abusos fue necesario realizar una “asamblea urgente para excluir a estas personas”, explicó Víctor, miembro del colectivo.
En 2023 descubrieron que “el espacio donde se monta el bazar no es de la injerencia de la alcaldía, sino que es espacio y territorio del gobierno central”, advirtió Zindy Rodríguez, librera y gestora cultural. Desde entonces, la Subsecretaría de Programas de Alcaldías y Reordenamiento de la Vía Pública, de la Secretaría de Gobierno, solicitó a la administración local abstenerse de intervenir en el bazar.
“Se hizo un plano de los espacios para el comercio y un padrón con 110 miembros”, precisó Martín Vargas, estudiante y librero que participó en mesas de trabajo con funcionarios como Dunia Ludlow y Adolfo Llubere, actual titular de la subsecretaría, aunque no han dado seguimiento al proyecto.
A su vez, la demarcación ha impulsado un espacio paralelo llamado “Pepenarte: sendero literario”, con el que intenta apropiarse de la identidad del bazar original ocupando parte del territorio y promoviendo falsas quejas vecinales, acusaciones infundadas sobre basura y la manipulación de conflictos con trabajadoras sexuales de la zona.
“Establecimos comisiones de limpieza y seguridad para vincularnos con los agentes que hay en la zona, como el museo, en el que tenemos una buena relación, y con la iglesia”. En cada vendimia, el bazar convoca a personas de todas las edades que asisten a presentaciones, lecturas y escenas literarias con títeres, como las que dirige Fabián González, también escritor.
Ahí confluyen artistas como Ricardo Hech Rivas, actor de teatro, y promotores como Gustavo Morales, quienes coinciden en que el espacio ha tenido un fuerte impacto en la comunidad. “Los esperamos con los libros abiertos”, expresaron los integrantes del colectivo, que sólo piden al gobierno atender su solicitud para preservar la legitimidad del bazar.