Larrea-Banamex: ¿una vez más? // ¿Segundo intento del tóxico barón? // Por el Fobaproa, propiedad nacional

llá por mayo de 2023, al tóxico barón Germán Larrea le cantaron Las golondrinas: se le apestó la compra de Banamex –puesto en venta por Citibank–, toda vez que esta trasnacional estadunidense desechó el “trato directo con un inversionista” (hasta ese momento el magnate era el principal postor) y optó por vender su filial por medio de una oferta pública en el mercado accionario. Tras ese anuncio, lo dicho por el entonces presidente López Obrador puso al borde del infarto a la oligarquía nacional, especialmente a la financiera.
En ese entonces, le preguntaron al ex mandatario: “¿su gobierno le entraría a la adquisición de Banamex?”, y la respuesta del tabasqueño fue clara: “bueno, si (Larrea) ya no lo va a comprar, pues hay la posibilidad de crear una asociación público-privada. En el supuesto de que (el precio de venta) fuera de 7 mil millones de dólares, tienen que pagar como 2 mil millones o un poco más de impuestos; entonces, ya quedan, ¿qué?, 5 mil, y a la gente de México le interesaría tener acciones y otro tanto lo pondría el gobierno para que se tuviera mayoría”.
Tras esa declaración, la aspiración de Larrea quedó formalmente enterrada y los oligarcas convulsionados. Pero no pasó a mayores el preinfarto ni la eventual compra de Banamex por parte del gobierno. De hecho, Citibank se tomó con calma la operación de compraventa y poco más de dos años después del fallido intento del magnate, éste, ya con otro gobierno, anuncia su interés de retomar la adquisición de esa institución bancaria.
Para dar una idea de la historia reciente (últimos 43 años) de Banamex, vale recordar que en 1982 fue estatizado por José López Portillo; semi reprivatizado por Miguel de la Madrid (1983); reprivatizado en su totalidad por Carlos Salinas de Gortari (1991), “rescatado” por Ernesto Zedillo (1995), extranjerizado por Vicente Fox (2001) y puesto a la venta por Citigroup (a partir de 2022). Lo que no se ha modificado (a partir de 1995) es que los únicos que pagaron, pagan y seguirán pagando por los excesos de banqueros y sus gerentes en Los Pinos son los mexicanos, a quienes por decisión de Zedillo y sus legisladores prianistas les endilgaron la factura del Fobaproa, mientras los “rescatados” no han dejado de hincharse de ganancias. Entonces, la propiedad de Banamex tendría que ser de los mexicanos.
Tampoco hay que olvidar que en 2000, Germán Larrea, de la mano de su compadre Claudio X. González Laporte (ambos salinistas de hueso colorado), formaba parte del consejo de administración de Banamex (entonces presidido por Roberto Hernández y Alfredo Harp Helú; también aparecía, entre otros, Emilio Azcárraga Jean), es decir, un año antes de la extranjerización del banco, de cuya venta a la trasnacional estadunidense (12 mil 500 millones de dólares) el magnate se benefició, junto con otros, así como de la descarada evasión fiscal (cortesía de Vicente Fox y Francisco Gil Díaz), valuada en no menos de 4 mil millones de billetes verdes que terminaron no en las arcas nacionales, sino en la alforjas de los accionistas “rescatados” por el Fobaproa (súmese la voluminosa condonación de impuestos que tradicionalmente los siempre generosos gobiernos neoliberales año tras año entregaban a los mismos barones de siempre, resultantes de la “reconfiguración” salinista de la oligarquía autóctona.
Por cierto, sólo para la memoria, cuando Salinas de Gortari, junto con su escudero Pedro Aspe (el de los mitos geniales), reprivatizó la banca (1991-1992) se aventó al ruedo con la siguiente declaración: se procedió en tal sentido, porque “hay que democratizar el capital para contar con un sistema financiero más eficiente y competitivo, una participación diversificada y plural e impedir fenómenos indeseables de concentración”. Y hoy, sólo Banamex junto con la española BBVA controlan la mitad del mercado financiero que opera en México. Apenas tres años después, Zedillo “rescató” a los banqueros.
Pues bien, en este 2025 Citibank no ha concretado la oferta pública en el mercado de valores y ya retirado López Obrador, Germán Larrea de nuevo se avienta al ruedo y asegura que presentó una propuesta por 100 por ciento de Grupo Financiero Banamex. Pero, ¡sorpresa!: la trasnacional financiera dice que “hasta ahora” no ha recibido nada de lo que cacarea el tóxico magnate. Entonces, habrá que ver, siempre con la esperanza de que se le apeste por segunda ocasión.
Las rebanadas del pastel
En vía de mientras, el tóxico Larrea se mantiene impune por un sinnúmero de tropelías, aunque parece que en el gobierno nadie estaría interesado en modificar esta situación.
Twitter: @cafevega