Domingo 14 de septiembre de 2025, p. 18
París. El nuevo primer ministro francés, Sébastien Lecornu, anunció ayer el retiro de una de las propuestas del plan de presupuesto 2026 de su predecesor, François Bayrou, que desató multitudinarias protestas en todo el país: la eliminación de dos festivos del calendario laboral. La decisión fue adoptada un día después de que la agencia de calificación Fitch redujo la nota de la deuda de Francia de “AA-” a “A+” debido a la persistente inestabilidad política y las incertidumbres presupuestarias que dificultan un saneamiento fiscal.
Lecornu, ex ministro de Defensa, asumió el cargo el miércoles en sustitución de François Bayrou, destituido por el Parlamento.
Es el quinto primer ministro desde 2022, año en que fue relegido Macron.
El programa presupuestal de Bayrou preveía recortar 51 mil 600 millones de dólares y suprimir dos días feriados.
“Decidí retirar la supresión de dos días festivos”, declaró Lecornu, y llamó a reanudar el diálogo con los interlocutores sociales con el fin de encontrar otras formas de financiar el presupuesto de 2026.
Desde el fallido intento de adelantar elecciones impulsado por Macron en 2024, Francia vive una profunda inestabilidad política sin mayorías parlamentarias estables, en un contexto de elevada deuda pública: alrededor de 114 por ciento del producto interno bruto (PIB), mientas el déficit fue de 5.8 por ciento del PIB en 2024.
Lecornu debe lidiar, al igual que sus antecesores, con una Asamblea Nacional divida en tres grandes bloques: izquierda, centroderecha y ultraderecha.
Para intentar alcanzar una mayoría con la oposición socialista, Lecornu podría incluir en sus presupuestos mayores impuestos para las grandes fortunas, una línea roja hasta ahora para el macronismo.
En la entrevista divulgada el sábado, el primer ministro dijo que estaba dispuesto a trabajar en “cuestiones de justicia fiscal”, sin dar más detalles.
Lecornu señaló además que tiene la intención de mantener un “debate parlamentario moderno y franco” con los socialistas, los ecologistas y el Partido Comunista, pero les instó a “emanciparse” de La Francia Insumisa, partido de izquierda radical y principal fuerza progresista en el Parlamento.