Viernes 12 de septiembre de 2025, p. a10
Madrid. La ciudad de Valladolid amaneció plagada de policías y agentes de la Guardia Civil, como parte del hermético dispositivo de seguridad ordenado por el ministerio del Interior español, del socialista Fernando Grande-Marlaska, para impedir las protestas contra el genocidio perpetrado por el Estado de Israel contra el pueblo palestino. A raíz de ese despliegue, atípico en un evento deportivo como la Vuelta a España, fueron detenidas dos personas que intentaron romper la valla de seguridad y desplegar sus pancartas en mitad del recorrido, además de impedir que una tercera persona hiciera lo mismo.
Cada día que pasa durante la Vuelta, una de las tres pruebas por etapas más importantes del mundo, se vive con preocupación por parte de los organizadores, que son conscientes de que la carrera lleva varios días en el filo de la navaja, a expensas de que un incidente grave provoque el disgusto de los equipos ciclistas y la posible suspensión, lo que sería un hito en la historia del ciclismo y de la propia justa.
De ahí que todo cuanto ocurre desde hace varios días es atípico, como que se decidiera a última hora reducir el trayecto de la etapa de Valladolid, una contrarreloj que en un principio sería de 28 kilómetros y que recorrería prácticamente toda la ciudad. Pero los “riesgos” a las protestas pro Palestina hicieron cambiar los planes y se decidió que finalmente sólo fueran 12 kilómetros, que se fortaleciera el dispositivo de seguridad y que se estrechara la vigilancia en torno al equipo Israel Premier Tech, que es el objetivo de los reclamos ciudadanos, que piden su expulsión de la carrera como sanción por la política criminal de su gobierno. De hecho, su patrocinador y dueño, el empresario Sylvan Adams, es amigo del presidente de Israel, Benjamin Netanyahu.
En esta etapa el italiano Filippo Ganna (Ineos Grenadiers) se llevó el triunfo, superando a Jay Vine (Team Emirates) por menos de un segundo, mientras el danés Jonas Vingegaard (Visma) se mantiene de líder general.
A la espera de los días finales de la Vuelta, que como cada año culminará en Madrid el próximo domingo después de varias etapas por la sierra norte de la región, en Valladolid la policía sabía que habría protestas a lo largo del recorrido, sobre todo en la plaza de la Antigua y la de la universidad, donde suelen concentrarse las plataformas de apoyo al pueblo palestino.
Fue precisamente ahí donde la policía detuvo a las dos personas cuando intentaban saltarse la valla para impedir el paso a uno de los corredores del equipo Israel Premier Tech, que tiene como director técnico al español Carlos Guerrero, un navarro con una amplia trayectoria en el ciclismo profesional.
Los arrestos se realizaron mientras cientos de individuos protestaban a lo largo del recorrido, que portaban numerosas banderas palestinas y gritaban consignas como “boicot a Israel” y “fuera” al paso de los integrantes del equipo Israel Premier Tech; además de otras denuncias como “no es una guerra, es un genocidio” o “Palestina, libre”.
Gracias a que se acortó el recorrido y al amplio despliegue policial, ese fue el único incidente, si bien la policía española se prepara para los días más difíciles antes de la llegada a Madrid, si finalmente se produce. Todas las miradas están puestas en la etapa 20, que se efectuará mañana, en la que el pelotón recorrerá una serie de puertos de la sierra norte, entre ellos la mítica Bola del Mundo, que es también un lugar adecuado para las protestas. Además, por supuesto, de la llegada a Madrid, en la que se recorrerá una buena parte de la ciudad y donde ya hay convocadas más de una docena de concentraciones y manifestaciones de repulsa al genocidio perpetrado por Israel en Gaza.