Demanda que mandatarios tengan comunicación directa con la SSPC
Sábado 6 de septiembre de 2025, p. 23
Tepic, Nay., El gobernador Miguel Ángel Navarro Quintero exigió ayer a las organizaciones criminales que dejen de hacer sus actividades ilícitas y de experimentar con armamento en las comunidades de los pueblos originarios y en la sierra del Nayar.
Durante su intervención por el Día de la Mujer Indígena, en el patio central Venustiano Carranza del Congreso, precisó: “Hago un reclamo, también a pesar de los riesgos que esto conlleva para mi persona; les exijo a los grupos del crimen organizado que no tengan sus pleitos en las comunidades de pueblos originarios. Tenemos nosotros que exigir el respeto, que no vayan a probar sus artefactos explosivos o el armamento que llevan con niños de pueblos originarios que son utilizados. Basta ya”.
En entrevistas durante la semana, el mandatario señaló que se han dado “problemas en la sierra Del Nayar, que se han atendido con la fortaleza de la policía estatal, coordinados con las dependencias federales. Nuestra corporación ha sido heroica en la desactivación de bombas, al enfrentar y no salirse de lugares que son taponamientos para que no entren grupos delincuenciales”.
Navarro Quintero también propuso que a nivel nacional “estemos vinculados con la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), tendamos ese puente de comunicación directa y que sea un responsable en el estado de la seguridad; en este caso los gobernadores y las gobernadoras, como en el país lo es la presidenta de la República”.
En el municipio de Huajicori en el norte de Nayarit, se han denunciado en días recientes problemas de violencia debido a que colinda con Sinaloa.
En mayo pasado, la camioneta del edil Sergio Rangel Cervantes, de Morena, y el edificio de la presidencia municipal fueron baleados por sujetos desconocidos. No se reportaron lesionados, pero hasta ahora no hay detenidos.
También en la conmemoración en el Congreso, la alcaldesa del Nayar, indígena, Imelda Escobedo López, dijo: “Desafortunadamente, como pueblos originarios somos muy vulnerables a estas actividades porque nos dañan, meten miedo a la sociedad y sobre todo a los niños, que son la parte más vulnerable que tenemos”.