El objetivo es preservarlos, evitar su depredación y venta ilegal

Miércoles 3 de septiembre de 2025, p. 26
Mérida Yuc., Un ejercicio científico-ciudadano, inédito en México, permitió detectar varias especies de loros en situación de riesgo que habitan en la capital del estado y en el sur de la península de Yucatán, a fin de preservarlos, evitar su depredación y venta ilegal.
Unos 183 voluntarios, encabezados por los integrantes del Proyecto Santa María –asociación civil que trabaja por la conservación de las aves, su hábitat y la comunidad que los rodea– participaron de noviembre de 2024 a abril de 2025 en el programa Monitoreo de loros urbanos en Mérida, mediante el cual ubicaron siete especies en las áreas urbanas de la ciudad; otras tres se distribuyen en el sur de la península y una más es considerada invasora; es decir, no nativa de la zona.
Durante dicho periodo de estudio, los habitantes, capacitados por la especialista Roxana González Herrera, registraron mil 597 avistamientos de los citados ejemplares.
Al dar a conocer los datos, el presidente del Proyecto Santa María, Pierre Medina Arjona, agradeció a los pobladores que desde las 5 ya estaban enviando sus informes, fotos, audios y hasta videos, los cuales recopiló Vanessa Martínez García, coordinadora del programa.
Explicó que ahora ya se conoce qué tipos de loros hay en la capital de la entidad, de qué plantas prefieren comer, las partes en las que pernoctan y anidan, entre otras. “Lo más importante es que se está desarrollando una conciencia de protegerlos”, añadió.
Observación ciudadana
Las tareas de observación ciudadana confirmaron la existencia en Mérida de poblaciones de loros frente blanca y pericos pecho sucio, lo cual ya se esperaba porque la urbe se encuentra dentro de la zona natural de ambas especies, de acuerdo con Martínez García.
Además se detectó al loro yucateco, cuyo presencia también estaba prevista porque se distribuye normalmente en esta área, aunque hubo pocos avistamientos. “Cuando hablamos con personas mayores nos comentan que hace años se le veía muchísimo por aquí y ahora ya no”, relataron los expertos.
Por otra parte, se descubrió que la ciudad ya cuenta con loros cachetes amarillos y cabeza amarilla, que no son naturales de esta región, sino del sur de la península. Según Vanessa Martínez, el monitoreo advirtió que los primeros ya se encuentran establecidos, pues hay nidos, parvadas y altas cifras de personas que los vieron.
Los segundos se están adaptando bien, aunque hubo un número menor de reportes que de los cachetes amarillos. En ambos casos se presume que se trata de animales que escaparon o fueron liberados.
Algunas personas reportaron haber visto al loro cabeza azul, que es el más grande de México, y a la cotorra argentina, aunque ambas especies están fuera de su hábitat. La presencia del primero “es una sorpresa para todos, aunque no se sabe si se trata de uno solo o si hay más”, precisó Martínez García.
Sobre la cotorra argentina, la coordinadora del proyecto puntualizó que se le considera exótica e invasora, pues su área es América del Sur. Explicó que ésta llegó a México como mascota y luego de fugas o liberaciones sin control se adaptó a diversas ciudades del país.
Otras aves en riesgo
En este contexto, el Proyecto Santa María y el Colectivo Amazilias (otro organismo civil en pro de las aves) denunciaron que los cardenales, los dos tipos de chichimbacales y los tres de azulejos que hay en Yucatán se encuentran en riesgo y sus poblaciones disminuyen, sobre todo por la captura indiscriminada que realizan los llamados “tramperos” para su compra-venta indiscriminada.
Defensores del ambiente, científicos y ciudadanos, denunciaron que son “testigos de cómo, en forma impune y sin autorización se venden estas aves, principalmente en los mercados de Mérida, poniendo en riesgo las poblaciones existentes”.
En un documento dirigido a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, dichas agrupaciones advirtieron que de mantener esta tasa de captura, estos ejemplares podrían llegar a la extinción en los próximos años.
Las especies en riesgo son: cardenal (Cardinalis cardinalis), jilguerito dominico (Spinus psaltria), eufonia garganta negra (Euphonia affinis), azulejo rey o colorín azul negro (Cyanocompsa parellina), azulejo índigo o colorín azul (Passerina cyanea) y el azulejo chino o pico gordo azul (Passerina caerulea).
El documento precisa que las dos últimas provienen de Estados Unidos y no cuidarlas pone en riesgo su reproducción, lo que puede provocar problemas diplomáticos a México por el convenio entre ambas naciones para la protección de aves migratorias y mamíferos cinegéticos.
El artículo 420 del Código Penal Federal de México establece sanciones económicas y penas de cárcel para quienes capturen, posean, transporten, compren o vendan ejemplares de especies protegidas.