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Recapturan a brigadier de la dictadura chilena por asesinato de ex canciller

Fue detenido al salir de prisión José Zara Holger tras cumplir condena de 15 años

Corresponsal
Periódico La Jornada
Domingo 31 de agosto de 2025, p. 18

Santiago. José Zara Holger, un ex brigadier del ejército de Chile que integró el llamado departamento exterior de la sanguinaria Dirección de Inteligencia Nacional (Dina) de la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), apenas pasó un día en libertad tras 15 años en prisión condenado por homicidio, para ser arrestado inmediatamente como autor de otro crimen ordenado por aquel régimen: el asesinato del ex canciller socialista Orlando Letelier y su secretaria Ronnie Mooffitt, en 1976.

La madrugada del martes, Zara, de 82 años, salió de la cárcel tras cumplir una sentencia por su rol en el homicidio, en 1974, del general Carlos Prats González, ex comandante en jefe del ejército, y de su esposa, Sofía Cuthbert.

Aquel doble homicidio sucedió el 30 de septiembre de 1974 en Buenos Aires, donde la pareja se había exiliado, mediante un explosivo colocado por el expatriado estadunidense Michael Vernon Townley –especialista en electrónica que colaboró con grupos de ultraderecha y después con la Dina– bajo el automóvil en que viajaba la pareja; fue el primer asesinato de la dictadura en el extranjero.

Prats fue un militar constitucionalista y ex ministro del Interior y de Defensa, leal al presidente socialista Salvador Allende (1970-1973), y renunció a la comandancia en jefe tres semanas antes del golpe de estado del 11 de septiembre, por el escaso respaldo de la oficialidad sediciosa.

En 2010, 36 años después del doble homicidio, Zara Holger fue condenado como integrante del grupo que planificó y ejecutó el atentado, una de las primeras acciones del Plan Cóndor pactado por las dictaduras sudamericanas para perseguir, raptar y matar a opositores.

El 21 de septiembre de 1976, una bomba idéntica a la de Buenos Aires fue activada a control remoto en el automóvil de Letelier, en Washington, matándolos instantáneamente a él y a Moffitt.

A la espera de nueva sentencia

El juez a cargo del caso, enterado de la liberación de Zara, ordenó su reingreso a la cárcel, donde espera una nueva sentencia.

Durante el pinochetismo la investigación fue paralizada y reabierta en 1990, en la incipiente democracia; en 1995 fueron sentenciados, como autores intelectuales, el general Manuel Contreras y el brigadier Pedro Espinoza, cabecillas de la Dina, a seis y siete años, respectivamente.

Se probó que el ataque terrorista fue planificado y ejecutado por la Dina y agentes cubanos anticastristas vinculados a la Agencia Central de Inteligencia (CIA) estadunidense.

Los autores materiales, Townley y el capitán Armando Fernández Larios, se beneficiaron del programa estadunidense de testigos protegidos y no pudieron ser extraditados para cumplir la pena dictada en ausencia en Chile en otra causa, el asesinato del diplomático español Carmelo Soria, en julio de 1976.

Zara jamás colaboró para esclarecer la suerte de los mil 462 detenidos desaparecidos, tampoco mostró compasión por los más de 2 mil 100 asesinatos, ni por los secuestros y torturas infligidas en la dictadura.

Carlos Cuadrado, nieto de Prats, dice que “es triste porque Zara tuvo 15 años para arrepentirse y no lo hizo. Sale de la cárcel convencido, seguramente, de que lo que hizo era lo correcto.”

A semanas de cumplirse 52 años del derrocamiento y muerte de Allende, los crímenes que se iniciaron con ese brutal acontecimiento siguen machacando no sólo en los tribunales de justicia, sino también en la política contingente.

Conforme la fecha del 11 de septiembre se aproxime, lo sucedido en los 17 años de Pinochet en el poder será tema de discusión en plena campaña para las elecciones presidencial y legislativa del 17 de noviembre, donde los dos principales candidatos derechistas reivindican la dictadura.