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Los de abajo

Desapariciones, impunidad y memoria viva

E

n una sola semana, la tragedia de la desaparición forzada en México se hizo presente en al menos tres acciones en el país: la marcha a los 10 años y 11 meses de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, la colocación de nuevos rostros de algunas de las más de 120 mil personas desaparecidas que hay en México, y la repetición de la huelga de hambre que hace 47 años protagonizaron 84 mujeres y cuatro hombres, todos familiares de desaparecidos de la guerra sucia. Las tres acciones son un pequeño mosaico de la impunidad reinante por lo menos en los últimos 60 años.

Gobiernos priístas, panistas y morenistas han despreciado una catástrofe que no hace más que crecer. La dignidad y perseverancia de las familias es lo que permite que sus hijas e hijos no caigan en el olvido. Las primeras, por supuesto, son las madres del Comité Eureka, quienes iniciaron una búsqueda que, más de medio siglo después, no termina.

El 28 de agosto de 1978, Las Doñas, como después serían nombradas, organizaron frente a la Catedral Metropolitana la primera huelga de hambre en exigencia de la presentación de las y los detenidos y desaparecidos por parte del Estado mexicano. Gobernaba entonces José López Portillo. Siete presidentes y una presidenta han pasado desde entonces y nadie, nunca, ha puesto en la mesa de los acusados al Ejército, institución probadamente involucrada en muchos de los casos.

Con la total convicción en la justeza de su lucha, empezaron la huelga de hambre las que aún están “para solicitarle a la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo que voltee a vernos y reciba al Comité ¡Eureka! en audiencia”, anunció el colectivo en un pronunciamiento.

Las familias de las y los luchadores sociales secuestrados y desaparecidos por el Estado admitieron que confiaron en que con el anterior y actual gobierno “las cosas serían distintas”, pero, lamentaron, “nos hemos topado de frente con la incomprensión, la indolencia y la falta de interés” y “hasta el día de hoy no tenemos certidumbre siquiera de que haya iniciado una investigación judicial real del crimen atroz”.

Fin de la impunidad y ni una persona desaparecida más es el grito colectivo. Gobierne quien gobierne.

Desinformemonos.org