sta semana trascendió la noticia del fallecimiento de uno de los actores más icónicos y atípicos de la pantalla grande, el británico Terence Stamp (1938-2025), histrión que protagonizó valiosas películas en su país ( Billy Bud, El coleccionista, Pobre vaca, Lejos del mundanal ruido) en España ( Beltenebros), en Australia ( Priscilla, reina del desierto), Italia ( Teorema, el mediometraje Toby Dammit, Muerte en el Vaticano), Canadá ( Éxtasis) y múltiples apariciones en Hollywood que van de: Superman y secuela o Sí, señor a trabajos en suma inquietantes como: Vengar la sangre.
Su rostro crispado y cuerpo delgado, su expresión de alienación permanente como representante fiel de las oscuridades humanas y las emociones más pulsantes o peligrosas, se adecuaron de manera excepcional a varias de sus más emblemáticas participaciones fílmicas como en la inclemente y provocativa Teorema (1968) de Pier Paolo Pasolini, donde encarnó a un ángel caído que seduce y desequilibra a toda una familia burguesa: la madre, el padre, la hija, el hijo y la empleada doméstica con su atractivo sexual y su irresistible carisma.
En ese mismo año de 1968, Stamp protagoniza el tercer episodio de Historias extraordinarias inspiradas en tres relatos de Edgar Allan Poe, dirigidos respectivamente por Roger Vadim, Louis Malle y Federico Fellini. El primero: una trama de incesto que sucede durante la Edad Media en la que actúan los hermanos Peter y Jane Fonda. William Wilson, sobre el tema del doble, con Alain Delon y Brigitte Bardot. Y Toby Dammit de Fellini: reinterpretación del cuento Nunca apuestes tu cabeza con el diablo, que resulta una anómala y delirante obra maestra como la actuación del propio Terence Stamp.
Toby Dammit, decadente actor de Hollywood, alcohólico y drogadicto, llega a Roma para participar en el rodaje de un espagueti western donde interpretará a Cristo y es acosado por el propio Lucifer encarnado en una perversa niña que juega con una pelota. El desenlace es impactante y terriblemente bello en aquella secuencia en la que Dammit apuesta por el vértigo nocturno para perseguirla a gran velocidad en el Ferrari rojo que le han regalado; ello, con una excepcional banda sonora de Nino Rota y la utilización de la canción Ruby con la voz de Ray Charles. Fellini en estado de gracia, muestra aquí: el cine dentro del cine y su oropel, el banal mundillo del espectáculo y la seducción televisiva, el erotismo, el surrealismo, la religión, la culpa y el castigo y los seres desamparados a punto de ser devorados por la maldad y los ambientes corrompidos.
Tres décadas después, en The Limey / Vengar la sangre (1999) de Steven Soderbergh, Stamp es Wilson, endurecido ex presidiario británico que viaja a Los Ángeles con el fin de investigar y vengar la muerte de su hija que lo abandonó cuando reincidió en prisión y descubre que el responsable es el ex novio, un poderoso productor discográfico (Peter Fonda), metido en el tráfico de drogas y lavado de dinero. Todo ello, armado a través de los recuerdos de Wilson y de su pequeña hija.
Soderbergh insertó en Vengar la sangre, imágenes de Pobre vaca (Ken Loach, 1967) para presentar el pasado del personaje que interpretaba el propio Terence Stamp, trastocado ahora en un sujeto devorado por la rabia y la venganza, en un filme que parte de una premisa similar a la planteada por Paul Schrader en ¿Dónde está mi hija? (1979). Con un intenso guion que recupera los personajes obsesionados y traumatizados del noir contemporáneo en su faceta sicótica, un montaje arrítmico y emocional que recuerda a Jean-Luc Godard de Sin aliento (1959) y a Martin Scorsese de Taxi Driver (1976) y una pulsante banda sonora de Cliff Martínez que transmite el desasosiego del protagonista, Vengar la sangre se convierte en una historia de purgatorios y redención personal.
Al igual que en Pobre vaca, Stamp es un marginado; un personaje desplazado y de otra época, perdido en un universo criminal que desconoce en un país extraño. Un hombre de una rudeza enfermiza cuyos rasgos de humanidad se concentran en los retazos de vida que lleva consigo de su hija. Relato armado por constantes regresos al pasado en el que se confunden los recuerdos y pensamientos del protagonista que vive en la nostalgia, atrapado en un universo violento y corrupto en una sociedad hostil y caótica.
Vengar la sangre se encuentra en la plataforma Lionsgate+. Ésta e Historias extraordinarias, disponibles en okru.com