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Nada justifica lo sucedido: Boric

Piden enérgica sanción tras impactante violencia en Buenos Aires
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▲ Momento en el que barristas argentinos agreden a un seguidor chileno durante el partido de la Copa Sudamericana.Foto Xinhua
Corresponsal
Periódico La Jornada
Viernes 22 de agosto de 2025, p. a11

Santiago. Al menos 19 heridos chilenos, dos en estado grave que requirieron neurocirugía, y 105 detenidos en Buenos Aires fue el resultado entre trágico y dramático de la violencia escenificada la noche del miércoles en la capital argentina, en el contexto del partido de futbol de octavos de final de la Copa Sudamericana entre el local Independien-te de Avellaneda y la visita Universidad de Chile.

No está claro quién comenzó las provocaciones, ambas hinchadas se acusan recíprocamente de arrojarse objetos incluso antes de que el juego iniciara, pero a los tres minutos del segundo tiempo, empatado 1-1 y con el global en favor de los visitantes, el partido fue suspendido para no ser reanudado, porque una violencia desaforada fue apoderándose de la tribuna donde estaban unos 3 mil 500 aficionados chilenos.

Una versión dice que “fanáticos del equipo visitante situados en una de las tribunas más altas del estadio comenzaron a lanzar butacas y trozos de la grada extraídos de la estructura hacia la parte ba-ja, donde estaban hinchas del Rojo”.

La escasa seguridad presente en el estadio evitó intervenir y por los parlantes se conminó a los chilenos a abandonar el estadio, lo que la gran mayoría de ellos fue haciendo desordenada y apresuradamente, para encontrarse con una sorpresa desagradable en las afueras del recinto.

Los que permanecieron en la tribuna, intempestivamente fueron atacados por barras bravas de Independiente que irrumpieron cuando, no se sabe quién, abrió los portones para permitirles el paso, atacándolos ferozmente a garrotazos y con barras de hierro, golpes de pie y de puño, procediendo después a vejarlos y desnudarlos. Hay registro de imágenes en las que entre varios golpean a mansalva a uno en el suelo que apenas atina a defenderse; y también de alguno que en su desesperación frente a la agresión, huyendo despavorido, atina a lanzarse al vacío desde lo alto de la galería. Es casi un milagro que no hubiese muertos, como mucho se temió a la luz del salvajismo protagónico.

Mientras eso sucedía en la galería sin que ninguna fuerza de seguridad interviniera para detener la golpiza, en las afueras del estadio los parciales chilenos que habían seguido las instrucciones de abandonar-lo eran también apaleados, muchos de ellos esta vez por policías que los estaban esperando.

El presidente de Chile, Gabriel Boric, calificó de un “linchamiento” lo ocurrido y envió a Buenos Aires al ministro del Interior, Álvaro Elizalde, para gestionar la situación de los heridos y detenidos.

Fallas de seguridad

“Lo sucedido en Avellaneda entre las hinchadas de Independiente y Universidad de Chile está mal en demasiados sentidos, desde la violencia en las barras hasta la evidente irresponsabilidad en la organización. La justicia deberá determinar a los responsables. Ahora nuestra prioridad como gobierno es conocer el estado de nuestros compatriotas que han sido agredidos, asegurar su atención médica inmediata y que a quienes están detenidos se les respeten sus garantías. Para ello estamos trabajando con embajada, consulado, cancillería y Ministerio del Interior. Y nada justifica un linchamiento”, afirmó.

La ministra de Seguridad argentina, Patricia Bullrich, culpó al gobernador peronista de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, por lo ocurrido.

“Lo de ayer en Independiente fue una tragedia. El gobierno de la provincia de Buenos Aires dejó que la violencia se adueñe de la cancha porque les da miedo hacer intervenir a la Policía bonaerense para recuperar el orden. Se olvidaron de cuidar a las familias y a los hinchas de bien”, dijo en su cuenta de X.

En tanto, Gianni Infantino, titular de la FIFA, condenó “enérgicamente la impactante violencia” y solicitó “sanciones ejemplificadoras”, mientras la Conmebol difundió en un comunicado que “la Confederación se encuentra recopilando datos y procesando información, los cuales están siendo remitidos a la unidad disciplinaria para la aplicación de las sanciones correspondientes”.

El presidente de Independiente, Néstor Grindetti, increíblemente deslindó responsabilidades de su club en la falta de garantías en el recinto.

“Vamos a estar defendiendo los intereses de Independiente, porque no ha tenido nada que ver. Acá está claro el comienzo del problema y su continuidad con un solo público. Hay 90 detenidos que son simpatizantes de la U, hay un claro responsable, es evidente y lo vamos a estar defendiendo en todas las instancias que correspondan. Vamos a seguir esto hasta lo último. Creo que corresponde claramente una sanción al club chileno y una liberación de la responsabilidad a Independiente.”

En tanto, el de la Universidad de Chile, Michael Clark, señaló que “habrá tiempo para ver efectivamente cómo se originó el problema. Encuentro que haber puesto a una barra en una segunda bandeja sin ningún tipo de reja y con gente abajo quizás no es lo mejor. Claramente hay un club organizador. Nosotros no somos los organizadores, no pusimos a la gente donde estaba, no tuvimos nada que ver con los sistemas de seguridad. No hay información oficial, información pública”.